Restaurante: Adega do Emilio

Entramos y detectamos que el ambiente había cambiado sonaba música de los 40 principales a un volumen excesivo, pedimos una caña que el camarero derramó sobre la mesa y limpio colocando varias servilletas sobre la mesa, le preguntamos que si podía ponernos una patatas y nos puso problemas, para finalizar le pedí una nueva caña momento que decidió: vaciar el lavaplatos, atender a una chica que entró con una carpeta para ver algo de la máquina de juego, sirvió dos cañas a otros clientes tipo parroquianos..... Un desastre. Nos levantamos pagamos y nos fuimos. Era uno de los templos de Ourense, pero se ha convertido en una calamidad.

Me ha encantado,.. Decidí ir con mi pareja para que lo conociera, ya que semanas antes yo había ido a una despedida de soltera y quede prendada del lugar... Aun hoy tengo pendiente ir con mi familia para que lo conozca, solo que somos de Vigo y hay que desplazarse... Recomiendo el restaurante y los deliciosos espárragos trigueños con besamel... Además de la carne de buey, todo ha sido excelente para nuestro gusto.

Todo muy bien. Lo único que nos tardaron un poco en traer el segundo plato. Lo cierto es que restaurante estaba muy lleno. Deberían mejorar los baños. La limpieza de los mismos deja bastante que desear. Lo peor el aparcamiento que no tienes en la zona

Instalaciones muy bonitas y buen decoradas. Muy agradable el jardín exterior para tomar café. Atención buena y muy rápida. Repetiremos

Muy buena calidad y servicio. Recomiendo de comer en el restaurante exterior que tiene una vista sobre un pequeño jardín. Restaurante a recomendar.