opiniones sobre el Restaurante Adolfo Restaurante

Sólo por sentarte 6€ por cabeza, por una ración de jamón crudo, que ni era de bellota 29€, por una cerveza mahou 6,40€, la comida era escasíma y pedimos una botella de pago de carrovejas crianza por un precio de 43€ y ellos te embaucan para venderte una de cosecha propia al mismo precio que no tiene nada que ver. Al ofrecer su vino, también podrían informar del precio. Solo te cobran por lo pedantes que son, porque olvídate.... Allí no vas a comer!!!!!.

Hemos comido uno de los menús recomendados con el asesoramiento del propio adolfo, la atención magnífica y toda la comida exquisita, la carta de vinos impresionante y las instalaciones son un verdadero lujo. No olvidaremos está comida que ha colmado nuestras expectativas. Muy recomendable.

Muy buen restaurante y fantástica atención de un camarero francés, genial, divertido y entendido en la gastronomía, pero en la calidad/precio se les ha ido la mano, no vale 100€ por persona que es lo que pagamos, ni por la calidad ni por la cantidad. Es bueno, si, pero no 100-120€/persona, estaria mucho mejor situar el precio en 70€ persona.

Hacia más de 2 años que no volvía a Adolfo, y me he acercado después de la remodelación, porque en su día me cobraron 350 euros con mi mujer, mi hija y un niño de 7 años. Ambiente agradable, pero creo que no ha aislado bien las vetustas paredes y huele a humedad y bastante mal. Sigue, a pesar de la crisis, vacío y cariiiisimo. Platos sin encanto y sin salir de ciervo, cochinillo o cordero. Con esta proporción calidad/precio es mejor ir a cualquier otro restaurante de Toledo. Id y preparad la cartera. Es mejor que te compres un moet chandon y una lata de caviar de beluga y te los comas en casa. Te saldrá más barato.

Hemos estado este fin de semana en este restaurante para celebrar nuestro aniversario, y la verdad salimos encantados e impresionados. El restaurante es una pasada en cuanto a diseño, conjuga moderno y antiguo de manera brutal. El trato de los camareros es casi familiar, con lo que te sientes muy a gusto y nosotros por lo menos, nos dejamos aconsejar en todo. La comida, espectacular. Pedimos un gazpacho de fresón con bogavante, perdiz de dos maneras, estofada y plancha y ciervo, asombroso, degustamos una tabla de 6 quesos de toda España, vino,... Ya ni me acuerdo, y todo muy bueno. La localización, pegado a la catedral, inmejorable. El precio, caro según se mire. La relación calidad - precio para mí es muy buena. Mereció bastante la pena. Repetiremos sin duda.

Para resumir este restaurante tengo una frase: "no vale lo que cuesta", y es así porque creen (y cobran así) dar un servicio exclusivo y excelente, que luego no se corresponde. La comida escasita y un poco sosaina que se me ajustaría más con precios más bajos, algunas cosas llegaban a la mesa fría otras estaban como resecas. Eso sí, los vinos buenos y de gran variedad y uno de los sumiller sabe de lo que habla y no te intenta meter nada caro que tu no quieras. El servicio, pésimo (es que realmente no encuentro palabras para describir a alguno de los camareros y sus modos y formas de servir). Al final, cuando uno no está contento viene el propietario y te intenta hacer la pelota para que no le pongas muy verde. En fin, primera noche en Toledo y decepción total con este restaurante, una pena la verdad.