opiniones sobre el Restaurante Albana

Me siento a desayunar en la terraza, pasa el camarero dos veces delante de mi y no me pregunta nada a la tercera le digo "hola por favor me puede atender" y sin saludar me responde que va a ser, le pido un zumo de naranja y medio de jamon, se lleva varios platos y un vaso y me trae la tostada me la pone en la mesa, y le digo por favor dele con un trapo porque estaba fatal (¿es que no la había visto o no quiso verla? ) trae un trapo y como si le hubiera sentado mal, la limpia pero la mitad de ella, le pido la cuenta y sin pensarlo me dice 4€, (el zumo de naranja en vaso de caña) le digo que me un tike y me lo da sin desglosar y com fecha de 2013 y estamos en 2018, pero hombre la fecha esta muy mal y le enseñó el tike, y me dice a ver si me la puede cambiar mi jefe, me la trae de nuevo en papel correcta pero sin desglosar de nuevo, en fin caótico y caro. No volveré jamás.

Local adaptado para cualquier celebración, aseado y buen servicio. Estuvimos en una comida familiar en la cual nos dejamos recomendar y no perder tiempo leyendo la carta, la verdad que nos ofrecieron unos maravilos entratnes frios y calientes, luego pasamos a unas suculentas carnes echas a la brasa de carbon natural que estaban en su punto y muy jugosas y terminamos con una gran variedad de postres caseros para chuparse los dedos, todo muy bueno de calidad y precio, gran restaurante que cada vez que vamos salimos más contentos, lo recomendamos.

En este restaurante hicimos una cena familiar, nos sirvieron sin darnos la carta como si fuera un bar de carretera. La comida fue mediocre, el servicio, también, mediocre y el precio como si se tratara de un restaurante de dos tenedores. No volveremos a cenar en este restaurante.

Nos dan gloria bendita en tapas y raciones muy buenas carnes a la brasa el camarero alto con perilla es muy gracioso

La comida es buena. Pero depende del plan en que se vaya puede cuadrar el precio o no. Con nosotros se han pasado. No es nada recomendable para ir a tomar tapas y raciones, aparte de que las tapas si las ponen no son gran cosa, cuidado con que te pongan raciones que no has pedido. No lo recomiendo para nada yendo en plan rapero/raciones.

Local acogedor, además amenizado con brasero de picón, como el que tenía la abuela, disponen de brasa de carbón natural y horno de leña de encina, buena presentación de platos y de gran calidad. Nos guesto mucho el cordero lechal asado al horno de leña.