Restaurante: Barbados

Todo un descubrimiento! Cena en pareja en un ambiente muy mediterráneo. Comimos tartar de atún rojo con wasabi, bandeja de marisco variado, pulpitos guisados con huevo roto. Buena selección de vinos. Precio correcto para la calidad de la carta. Sin duda repetiremos.

Sitio para disfrutar de una comida tranquila y de alta calidad, máxime si es de trabajo. La atención ha sido muy buena en todo momento, i la comida simplemente deliciosa. Comimos pulpo a la brasa, revuelto de setas y foie y la ensalada de la casa. Como principal la fideuà de la casa y postres variados para compartir. Buena carta de vinos con opciones muy interesantes, servicio y precio correctos. Llama la atención que se encuentra en una calle peatonal por la zona del hospital peset. Si necesitas ir con un cliente y estar en un ambiente relajado y cómodo, además de disfrutar de una buena comida (que esa es la idea), esta es una opción a tener en cuenta.

Excelente restaurante en la zona del hospital peset. Calidad precio increíble y muy buena materia prima. Me encanta, no os defraudará.

Buen sitio para ir a comer de vez en cuando; los mariscos están muy bien son frescos, aunque de vez en cuando te meten gamba hervida de dénia del día anterior. El servicio es normal, aunque cuando vas de vez en cuando te tratan con cierta familiaridad, y te recomiendan con acierto. Vale la pena ir, sobre todo a comer marisco y pescado. Los arroces muy justitos, y la fideua bastante aceitosa, pero aún así, me declaro un adicto porque el marisco es buenísimo. Postres bien. A mí me gusta y voy a menudo. Está muy bien para quedar estupéndamente con algún cliente, porque el sitio no está mal. Saludos

En primer lugar decir que lo peor de este sitio es el servicio, patético, donde se ha visto que una reserva con un mes de antelación para 8 personas nos pidan casi con exactitud el menú que nos van a poner para hacer su previsión. Más o menos entendible cuando pudiera tratarse de una reserva de más gente pero bueno. Cuando llega el día en cuestión falta una persona a la comida y los señores nos dicen que el menú sobrante, o sea el de la persona que no ha venido, tenemos que pagarlo argumentando que lo tienen preparado y cortado (un solomillo) que se lo pueden poner a otra persona perfectamente pues no se trataba de un arroz u otro plato que necesitara cierta elaboración, era un solomillo a la plancha y punto, que tuvimos que pagar sin disfrutarlo. Bueno, no exactamente. Tuvieron el detalle, cuando salimos del restaurante, de darnos un taper no sin antes ver cierta sonrisa en sus caras, el precio del menú razonable. Claro, nos salió más caro pues pagamos entre todas un menú más, el vino flojito y su servicio más flojito todavía. Te ponen la cubitera sin cubitos y sírvete tú, las entradas (berberechos bastante insípidos, el queso curado de buena calidad, así como el jamón, el pulpo parecía chicle) y el plato principal, solomillo. Para mi gusto bastante hecho pero se dejaba comer aunque la guarnición nada original, patatas tipo a lo pobre con pimiento de padrón, los postres ricos aunque industriales, café y cava. Bueno un sitio al que no voy a volver jamás de los jamases y el que no recomiendo para nada. Lo único bueno a decir es que nada más salir pudimos ofrecer el taper en cuestión a una persona necesitada a la que nos alegramos que de cierta manera ese día pudiera comer algo mejor, nada más.