opiniones sobre el Restaurante Cal Ganxo

Pues yo he ido como cinco veces siempre con grupo de amigos y siempre nos ha parecido el servicio excelente, puedes comer calçots hasta que te salgan por las orejas ya que no tienen limite para servir tejas, la carne buenisisma y caliente ya que te la sirven en las mismas brasas, la crema catalana casera y buenisima y las naranjas también total, que pienso volver, y si no te gustan los calçots te sirven un buen plato de alcachofas a la brasa, y el lugar muy típico y bonito

Cada año peor... Llevo yendo 6 años y fatal.. Acabo de comer hoy y fatal.. 4 personas y 2 niños que han comido un plato de macarrones nos han cobrado 178 eur.. Una pasada, para empezar los calçots algunos finisimos y los gordos estaban un poco crudos.. La carne echaba una peste a cordero viejo que te echaba para atras, las judías resecar y más que pasadas de plancha, la carne solo era mitxanas, morcilla y butifarra. Podían poner un poco de panceta o pollo.. Luego el postre.. Antes ponían una naranja por persona pues ahora te ponen la naranja partidita y equivalen a 2 naranjas... Toma ahorro.. Y los camareros ni una sonrisa.. Van pir faena a que termines y te larges. No nos habíamos comido la crema catalana que ya nos trajeron la cuenta porque nos teníamos que ir y entraban otro turno.. Osea vamos a por más pasta y ya sobrais.. No pienso volver.. Se pasan de caros no dan la calidad ni servicio...

Restaurante bonito, trato poco personal, comida deja mucho que desear, todo rápido y encima muy caro, en resumen ya no me verán más por ahí.

Restaurante en zona excelente, parking amplio y con vigilante, muy bonita la planta baja con su decoración integrada y con la prensa de vino. Muchísimos comedores, muy masificado y con mucho ruido, grupos con niños que hasta jugaban a pelota en el comedor, sin que nadie dijese nada. En resumidas cuentas un comedero, caro por lo escaso de las raciones y la poca calidad en general. No pienso ir nunca mas.

Fuimos dos personas y nos pareció todo excelente: el pueblo, el restaurante, la atención del camarero, los calçots ( podías repetir las veces que quisieras), las carnes, las natillas y el cava que acompañaba. Nadie nos importunó con prisas, perfecto. Nota: 9

El pasado domingo 5 de diciembre acabamos haciendo una calçotada en masmoles con unos amigos. El restaurante no tiene carta. Sólo un menú de 35€ + IVA sin cafés y donde el plato estrella se supone que son los calçots. Y digo se supone porque más que calçots comimos cebollas carbonizadas. Calçots pequeños y totalmente quemados. El segundo se compone de carne a la brasa. Nada especial sinceramente, sin ningún sabor de los que podemos apreciar cuando comemos fuera de la ciudad. El vino que entra en el menú es infumable. Te lo ponen en porrón porque debe hacer de "rústico" pero ni pidiendo gaseosa era bebible. Lo dejamos todo. Otro detalle, el "pan de pages". Pedimos si nos lo podían tostar y nos dijeron que no era posible. A mitad de comida nos dimos cuenta que estaban tostando pan para otras mesas. Muy bonito el detalle. El servicio es tipo rancho. Te sientas y ya te sirven los calçots. Acabas los calçots y ya tienes la carne y cuando te das cuenta los cafés. Te sientes como un "borrego estresado". Parece ser que tienen varios turnos de comida por lo que olvidaros de hacer sobremesa. En menos de 40 minutos estábamos listos. Resumiendo, es el típico restaurante masía que te llevan cuando haces una ruta en autocar con comida del montón.

La calçotada está muy bien pero... Te tratan como a un borrego! Creo que es demasíada aglomeración de gente. A parte de esto hay dos turnos para comer así que... La sobremesa debe ser corta y, sinceramente, eso no me gusta nada. En la zona hay otras alternativas con mejor trato, igual de buenos y con tú espacio.... Donde poder departir con tus amigos.

Despues de un día bastante lluvioso, y feo, me llego lo mejor: fuimos unos tres autocares con una empresa que nos pagaba los menus. Nos fueron sirviendo y preguntándonos si alguien quería repetir varias veces, cosa bastante acertada para ser un grupo tan grande,
Pero mi SORPRESA fue a la hora de llegar el 2º plato, que empezaron a servir la carne por una punta de la mesa para cada cuatro comensales y nuestro pensar fue: ya veras cuando unos acaban los otros aun no hemos empezado, y la carne estará mas tiesa......
Pues no señores ,todos comimos una carne y unas butifarras excelentes, calientes,hechas a su punto y super jugosa . A todo eso sin poder comentar las natillas que nos trajeron y las naranjas
BONISSSSSIMMMMM.

P.d. a todo lo que se le pedía al servicio en ningún momento nos dijeron que no ni ninguna molestia por su parte.
EN FIN QUE PASE UN DIA COMPLETO SUPER AGRADABLE Y MUY A GUSTO. MI PUNTUACIÓN PERSONAL ES DE 10.

Cal Ganxo es uno de los mejores sitios para hacer una calçotada DE VERDAD, ahora si, reserven con tiempo, ya que van muy solicitados; no teman pedir cita para marzo a finales de diciembre, es de lo más normal, a no ser que puedan disfrutar del privilegio de visitar este restaurante entre semana, donde disfrutaran, además de la comida, de la tranquilidad de la zona. En un entorno de difícil comparación, en un pequeño pueblo, esta antigua masia se convierte en un espacio diferente de las típicas naves con mesas extralargas donde normalmente se realizan las calçotadas, es un entorno más auténtico. Lo mejor, su comedor en el antiguo "celler", con una antigua prensa de vino aún en pie, es un espacio donde disfrutar, a la vez, de la comida. Las calçotadas en Cal Ganxo son completas, muy muy completas! Incluyen las bebidas (agua, vino y cava) y todo el menú, consistente en los calçots (tantos como quieran tomar, el límite lo pone nuestro estómago) acompañados de su salsa, una de las mejores de las que preparan en la comarca. Cuando acaben de los calçots, pasamos al segundo plato. La carne de cordero a la brasa, servida en una parrilla con unas pequeñas brasas que mantiene la carne caliente. Junto con la carne de cordero, butifarra. Además, para acompañar, alubia blanca, alcachofas a la brasa y butifarra negra. Seguro que después de eso no se habrán quedado con hambre, pero hagan un hueco en su estómago, porque falta el postre, fruta del tiempo, y crema catalana!