opiniones sobre el Restaurante Cal Pepito

Siguen, en el mismo plan de la mayoría de los comentarios que he leído... Te ofrecen una carta, que luego resulta que no tienen la mayoría de los platos, la señora te vende lo que ella quiere, esta todo el rato preguntando si esta bueno, servicio lento, la comda es buena pero el precio exagerado, 3 adultos y un menor 140e.

Esto es vergonzoso!! La jefa te vende unas patatas que te las vende como artesanales y que no las has comido en tu vida y luego son de la fritch ravitz vergonzoso!! 7 refrescos y las patatas 18 euros!! Y encima te cuenta que paga mucho de terraza... Como si nos importase eso [...]

Vergonzoso. Excesivamente caro, mal servicio.... Te hacen sentir presionado para escoger algunos de los platos, que venden como exquisitos cuando en realidad son normales, escasos y a un coste muy por encima de lo que merecen. Hacen públicos conflictos del personal alzando la voz y poniendo así en una situación incómoda al comensal.... Realmente patético. Dudo que la gente de la zona repita y por eso abusan del que va de paso... Y si os sirven pan preparad la cartera ya que está al mismo precio que cualquiera de los primeros platos. Manos arriba, esto es un atraco

Sorprendente cocina con sabor a horno de leña. Muchos de los productos utilizados son de km 0. No es barato peró los platos son de calidad y elaborados. Quizas el servicio sea un poco lento peró al final vale la pena esperar.

Gran comida mejor imposible, un sabor a horno de leña increíble!!! Hemos escogido hasta 6 platos distintos entre los 3 asistentes y relamente vale la pena que la gente sepa la verdad de este redtaurante porque no entendio otros comentarios que la gente pueda poner! Gracias cal pepito por esta gran comida!!!!

Después de leer la mayoria de comentarios, no hace falta añadir mucho más : no es un sitio para volver!! La dueña, pesadisima. Porque una cosa es ser amable y otra es ser un plomo. Todo esta "buenísimo", según ella y no es que la comida sea mala, però por el precio de los platos, uno espera otra cosa. Si no estas atento te "vende"... Te endosa lo que quiere. Nosotros (fuimos 5), habíamos leído los comentarios, pero era lunes de pascua y no encontramos nada más abierto. De entrada te "vende" el vino dels "costers del segre" de producción casera, según ella a 12 euros la botella. Le dijimos que queríamos el de la casa. Has de estar atento y exigir lo que tu quieres, no lo que ella "amablemente y pesadamente" te recomienda. Ahora.... Lo que ya me sacó de mis casillas fue que sin pedirlo nos sacó una bandejita de pan tostado (quemado en parte) rociado con aceite de les garrigues ( no se donde estaba el aceite) i nos cobró 10 euros... Diez euros!!! No somos gente de buscar problemas por lo que no discutimos por el abuso ni por el servicio.. Pagamos y eso si : " le enseñamos una foto nuestra para que nos recuerde" porque seguro que nunca más volvemos, ni recomendamos a nadie este restaurante. Como he leído en uno de los comentarios, si no cambian el trato, no les auguro mucho futuro.

La mala leche de la dueña con el servicio, gritandoles, ha sido suficiente motivo para que nos fueramos sin comer, el ambiente para comer nos gusta relajado.

Pesados a la hora de pedir, te quitan el plato antes de terminar, precios abusivos., poca amabilidad.

Nosotros salimos de allí con la sensación de que nos habían tomado el pelo descaradamente. La comida no está mal, pero el trato y el precio son de broma pesada. Hay una señora, con pinta de ser la jefa, que ejerce una presión incomodísima sobre el cliente, te lía para que pidas cosas que no quieres, y te da la lata mientras comes para que consumas. Hay otra mujer, la que habla sólo catalán, es mucho más discreta y amable, a la vez que no presiona ni se mete más que para preguntar si necesitas algo. La comida no está mal, pero nosotros acabamos comiendo mucho más de lo que queríamos por hacer caso de los "consejos" de la señora pesada, y luego la cuenta, alucinante, te vas con muy mal sabor de boca, y con la sensación de que te han manipulado y tratado fatal. Es una pena, porque si fueran normales y cobraran normal sería un sitio bastante aceptable. Nosotros hemos ido en dos ocasiones y seguro que no volveremos, a la vez que recomendaremos no ir a quién se tercie.

Este sábado hice un viaje a balaguer, fuimos a desayunar a dicho bar y en mi vida nos habían tratado tan mal. Nada más entrar nos preguntaron que nos ponían, no nos dejaban ni sentarnos y seguían insistiendo, mi amiga empezó a decir un cortado.... La chica se fue a hacerlo sin percatarse que no había acabado de pedir..., descafeinado, su siguiente comentario fue que no podíamos ir al w. C. Sin antes pedir lo que queríamos. Fue un desatino mal atendido el cortado normal y frío y los bocadillos eran ridículos fue horroroso l. No devia ser su día....

Soy turista de Alemania, viajando solo y estaba en el camino a Andalucia. Hiciendo una pausa en Balaguer descubrí el restaurante cal pepito en la placa del mercadal. Comía excelente con dos platos (muy recomendable: los pies de cerdo y el cabrito). El servicio era muy atento y la camarera es amable. Se come en un ambiente familiar y tranquilo con una buena vista de la plaza. Si alguien busca la cocina típica catalana, el cal pepito ofrece lo mejor. Lo recomiendo y espero que pueda volver algún día.

Excel. Lent cuina, altíssim nivell. Tracte exquisit. Si aneu a balaguer, no deixeu de visitar aquest restaurant i gaudir de la seva cuina i el seu tracte, sense presses.

El fin de semana pasado estuvimos en este restaurante, un grupo de amigos, la comida y la presentación de los platos es elaborada, el trato con los clientes es bueno, excepto del maitre, que durante la comida te interrumpe para explicar temas que no interesan y a veces molestan cuando estas comiendo. Un compañero comió caracoles a la llauna, y no fueron de su agrado, tendrían que mejorar elaboración de los caracoles, en cambio otro compañero con arroz con conejo, dijo que estaba de muerte. El resultado final fue bueno, esperamos podervolver a probar en otra ocasion. Mucha suerte.

Restaurante situado en el casco antiguo de balaguer, con muy buena situación dentro de la plaza medieval. Tomamos un vermut mientras los niños estaban jugando en la terraza del bar, no sentimos a gusto y nos quedamos a comer. Pedimos pies de cerdo exquisitos y una ensalada para compartir. Los niños pollo a la brasa. Las camareras iban muy atareadas, pero nos atendieron muy bien. El trato excelente.

Paseando por Balaguer te encuentras en plena plaza mercadal el restaurante cal pepito, muy bien atendidos y la comida excepcional, dejaos aconsejar, seguro que acertaríais. Muy recomendable!... ,

No ofrecen menú, y el precio es excesivo a todas luces. Cobran por casi todo (especialmente en la bebida y en el pan); el precio medio por comer se acerca a los 40 euros. La comida está buena, pero es escasa. Te atienden exclusivamente en catalán, y no les gusta que pagues con tarjeta. Mobiliario anticuado, ruido, y falta de aire acondicionado.

Muy buena comida en relación calidad-precio. Excepcional presentación de todos los platos. Ubicado en uno de los cascos antiguos más bonitos de Catalunya.

Fuimos el domingo pasado. Lo mejor: el arroz caldoso con sepia. Muy bueno y sabroso, la cantidad correcta. A pesar de que muy caldoso no era. Lo bueno: los camareros que nos sirvieron fueron muy atentos, trajeron un caballo de madera para que jugaran los niños. Un detalle negativo, pero que no empaña el trato, la camarera me pidió que la ayudara a mover la mesa donde íbamos a comer. Lo malo: parece que han descubierto la sal maldon hace poco, la pusieron en todas partes, y en cantidades industriales, el pan era casi incomible, por suerte se podía sacudir y al ser gruesa, saltaba con facilidad... Será para propiciar que se consuma más bebida¿? ¿? ¿? Lo peor: la que parece la jefa: muy mal, cuando llego el segundo, me quitó el plato de mis narices, donde me estaba acabando mi ensalada. Lo inadmisible: a la hora de pagar me suelta "si me lo puedes pagar en efectivo, mejor para mi". Valoración: comer, 2 adultos y 2 niños a 1 plato por persona y una ensalada para compartir y que te salga a 85 euros, con dos cafés, agua (de medio litro) y una cerveza, sin postre, no es algo que salga de lo normal si tu intención es ir a gastarte un poco más de dinero que si fueras al mcdonalds. Pero lo que no es de recibo es que te hablen de lo que es mejor o peor para ellos. No hay que olvidar quién es el cliente, sobretodo cuando se gasta un dinero considerable, y a quien le pides que te eche una mano para mover la mesa de sitio. El pan, sin pedirlo, nos costó 8 euros. Conclusión: no dejé propina, lo siento por el personal. Es un lugar un poco pretencioso, a pesar de todo, la comida, que es principalmente para lo que vas, estaba bien. Pero el servicio, imprescindible que sea aceptable con estos precios, no está para nada a la altura. Consejos: si vais, pararles los pies a la hora de aceptar lo que te digan. Te avasallan a tope desde el primer momento que te pillan mirando la carta. Insistieron 3 veces en que consumiéramos una cazuela de quesos con pan; a la tercera vez mi mujer y yo ya comentamos la jugada con cachondeo, aunque debo confesar que yo estuve a punto de picar. Salutacions roger

Pensaba que era yo pero no,una autentica vergüenza ajena, hay personas, en este caso la aparente jefa, que deberían cerrar el negocio y trabajar en un almacén, por que no sabe quien es el cliente . Ffuimos a comer con nuestros bebes un domingo al mediodía después de que la jefa nos persuadiera en la puerta como si estuviera en un mercadillo de El Cairo a entrar, desesperada por que al menos entrara un cliente, por que a las 15:00 estaba vacío y parecía un restaurante fantasma, en fin, nos vendió la moto y después, nos presionó a elegir la comida con ella delante, sin un minuto para pensarlo, comimos bien, pero una autentica estafa, casi 80 € por 4 platos, más de lo que nos costó la casa rural donde habíamos pasado el fin de semana. Pero lo mejor vino después, la camarera una chica morena muy amable les dejó a nuestros peques un juego de fichas para entretenerlos mientras comíamos, pues bien, a los pocos minutos aparece la supuesta jefa y les quita el juego diciendo que lo están rompiendo y que eso no puede ser, (si me estas leyendo, lo repito: son bebes, y no fue iniciativa nuestra, igualmente esta fuera de lugar lo mires por donde lo mires, la pobre camarera sintió vergüenza ajena del espectáculo que había montado, luego se enfadó por pedirle los cortados, cortos de cafe, (tremendo y lo mejor la cuenta, sinceramente, este negocio puede haber durado 100 años pero con esta mujer al cargo no llega a fin de año. Y no, no lo recomiendo

Hace dos años más o menos este restaurante merecía la pena, ha cambiado mucho y a peor, la camarera gloria es lo único que se salva, la que se supone que es la jefa una chica morena no tiene ni idea de como se trata a un cliente, es de esas personas que yo teniendo un restaurante no contrataría nunca, no tiene claro de que ella esta al servicio del cliente y no al revés, este restaurante. Quiere ser de categoría pero tienen que cambiar muchas cosas, los precios elevadisimos, no le auguro mucho futuro sinceramente, y es una pena porque nos desviábamos de nuestra ruta siempre para ir a comer allí, eso se acabó. Ojala lean este comentario por el bien del restaurante y de insisto la camarera gloria que le da mil vueltas a la supuesta jefa.

Nosotros estuvimos hace un par de semanas y quedamos muy contentos, tanto por el menú -15 euros- como por el trato dispensado por la propietaria, gloria. La comida era gustosa y los platos abundantes. Además el entorno, la plaza porticada, ayuda a sentirte a gusto. Marisa y sergi

Sólo habíamos turistas, después supimos el porqué. Se equivocaron en el orden al servir los platos (después del primer plato no va el postre), el entrecot frío como un fiambre, plato de diseño con riesgo de salsear el mantel, la servilleta de la cesta del pan con manchas, platos escasos y el precio vergonzoso. Nos metieron una clavada de 114 euros (2 adultos y un niño) por comer mal. Intentan aparentar lujo y elegancia que no existe.

Es una autentica vergüenza el trato recibido a la que se dan cuenta que eres de fuera, nos cobraron 4,50 euros por dos cacaolats, la empleada se quería morir pues ella nos había dicho que el importe era 2,40€ pero de pronto la dueña una señora morena con media melena y cara de mercenaria le dijo que no que el precio eran 4,50€, le miramos a la cara y le dijimos un par de cosas bien dichas, tipo vaya tomadora de pelo, no quisimos enmerdar el tema puesto que era la víspera de sant valentín y habíamos decidido visitar esta vila..... Pero desde luego que para no volver.

Cal pepito is our preferred restaurant in the region. The chef is creative, the food is excellent and beautifully presented, and the proprietress is friendly. The prices are not cheap, but very reasonable; and dining out-of-doors under the "porxes" on a sunny saturday, watching the market traders is almost a mini-holiday. I usually photograph the food. Highly recommended.

Toman el pelo al menos a los que van de paso. Comimos de lo mas normal y pagamos mucho. En la cuenta encontramos varias sorpresas, si contábamos pagar unos 55 euros como máximo tirando muy alto acabamos pagando 81 euros por una comida de lo mas sencillo. Nos cobraron 3 euros por cabeza por el pan cuando ponen baguette sencilla a rebanadas( 9 euros), pedimos vino de casa y nos pusieron el que quisieron cobrando 12,50 euros la botella, además de cobrarnos 12,50 euros por un plato con 6 tiras de coca de recapte bien pequeñas que nos la "sugirieron" y era bien sencilla, lo que te venden en una panadería por menos de 3 euros. En fin, encuentro que toman el pelo, varias personas que pagaban antes y después que yo también se encontraron sorpresas. No pidáis nada que no sepáis lo que vale, ni nada que os sugieran porque os sorprendará el precio.