Si bien el servicio es bueno, la comida deja mucho, pero que mucho que desear; sobre todo por cantidad (escasa), calidad (más que discreta), variedad (limitada) y precio (impresionantemente alto). Comida para niños inexistente; no tenían ni un yougurt ni fruta para mi niño de 3 años!!! Eso si, la carta de vinos es muy amplia. Ni los macarrones le gustaron a mi crío y mira que es difícil que a un niño no le guste los macarrones. Me he considerado atracado. ¡¡Hay que ver lo que hace no conocer la zona!! No me escondo y dejo mi nombre y contacto para quien quiera más detalles.
Si el objetivo es ir a comer macarrones y un yogurt de postre, entiendo perfectamente que sea un restaurante que pueda decepcionar. Ahora bien, si teniendo una carta tan extensa y variada, le hacen macarrones a propósito al niño, creo que se debería hablar con un mínimo de respeto. Que no le gustaran los macarrones a un niño de 3 años no creo que sea relevante, si hablamos de un restaurante donde se puede comer des de unas alcachofas rellenas de ceps y foie, hasta un huevo frito con angulas, por poner dos ejemplos al azar. Es un restaurante donde la elaboración de sus platos te puede gustar o no, pero discutir la calidad del producto de los mismos me parece gratuïto, más aún, cuando los únicos productos que se mencionan son "yogurt", "macarrones" y "fruta". Y no, el restaurante tampoco tiene "chiqui-park", para los críos.