Restaurante: Calzada Romana

I've visited this really beautifull place in 2012 simply passing by without knowing it before, during lunchtime on a banal weekday. The receptión was prompt and exceptionnaly warm and heartly. The person who plucked me entering the place, resulted to be the owner, he showed me then not only the whole installation, demonstrating han immense passión and dedicatión as host, but made me visit the kitchen too and introduced me to the chef. I had then the ocasión to talk to the young spanish cook, who demonstrated not only a similarly deep passión as his boss for the local kitchen and products, but also deep professional skill and real and honest interest in my opinión as foreign guest. I remember that every aspect of the whole place and particularly the kitchen were fresh and clean under every view. I had a degustatión menú then, which perfectly satisfied my expectations, those had even grown after knowing the ambituos and honest attitude of the chef. The service was decent and defintively perfect and i've paid then a honestly modest, reasonable and fair price. Today i've revisited the place in the internet, simply by late curiousity and in remembrance of a good time i've passed at this beautifull site on han otherwise banal day. By consequence, i've been sincerely aggravated by the strange and openly mean comments earlier on this blog. No! - i've lived my visit particularly well, thought of it several times since and still feel enriched by the experience.

Un paseo con la familia a San andrés de teixido, el primer día soleado de este verano, allí mismo un cartel nos anuncia un restaurante con una pinta estupenda, allá vamos, a unos siete km dirección cedeira, nos impresionó el lugar y las instalaciones… demasiado perfecto y como en un thriller de terror comenzó a descubrirse el pastel, el supuesto gerente nos recibió mostrándonos las instalaciones, hasta ahí todo bien, pero lo suyo en un restaurante es tener muy presente además de la calidad de los alimentos, la forma de cocinarlos y el servicio, al sentarnos el gerente (que llevaba una bata inusualmente sucia, tenia recuerdos de haber sido blanca, muy inapropiado para servir al publico o manipular alimentos ) nos empezó a sugerir, apremiando, los platos que se notaba en exceso eran de los que disponía, pues no íbamos a comer carnes (afortunadamente) y de la carta apenas disponía de tres platos de tantos que se anunciaban, pedimos alcachofas, marrajo a la brasa y bacalao al pil pil para compartir… la verdura de la que el gerente fanfarroneaba era fresca y de tudela, era de lata, el servicio apenas entendía el castellano, amén de ir vestidos de andar por casa, pedimos un vino albariño y no pudimos escoger, el tinto también traía cubitera (en todo caso fue lo mejor de la comida) fuimos comiendo el marrajo, normalito y acompañado de puerros de lata, hasta que llega el bacalao y digo que llega porque podría haber venido andando desde la cocina del mal estado en el que estaba, el aceite rancio de semanas o meses que se olía a metros, el bacalao(si lo era) solo se podría cortar con instrumentos eléctricos, asqueroso. Cuando el servicio se dignó a aparecer y les comentamos que el pescado estaba estropeado, asintieron diciendo que a ellos ya se lo parecía por el olor y pidieron disculpas, mientras que el gerente no volvió por la mesa ni se disculpó en ningún momento, evitando el contacto visual a pesar de andar por el comedor tan rampante a la caza de incautos recién llegados, un fanfarrón y un maleducado; para ponerle una denuncia en sanidad. En general una pena de local y entorno para una calidad de comida atroz a precios de restaurante con estrellas michelin. No recomendable. Nefasto.

Es una pena que unas instalaciones tan maravillosas se vean tan desaprovechadas con una atención tan pésima y una comida tan escasa por no decir cutre y bastante mala. Fuimos la familia a celebrar el día de la madre y nos quedamos fascinados en primer lugar por las instalaciones, cosa que se esfumo en cuanto nos entregaron la carta, la cual era muy escasa y básicamente se componía de churrarsco y listo, la atención como ya dije fue pésima con un descontrol digno de película y lo pero fue cuando llego la comida que a parte de estar casi cruda o aluna cruda del todo llegaba para como se suele decir tapar una muela y aun encima para completar el día al traernos la cuenta incluyen cosas que ya estaban en los menús que pidiéramos por lo que si alguien no la revisa pagaríamos casi 20€ de mas, así que lo dicho es una pena que esas instalaciones estén tan mal aprovechadas.

Sin duda el peor restaurante en el que he ido en mi vida. El servicio fatal, estuvimos esperando una hora para que nos sirvieran (y eso que solo había dos mesas más ocupadas) y todo esto para que después no nos traigan todo lo que hemos pedido... Y nos lo quieran cobrar igual!!! Con respecto a la comida decir que pasaban con la carne congelada por delante de nuestras narices directa a la brasa... Vamos, un lugar para nada recomendable!

A finales del pasado julio, fui con mi pareja y pedimos un menú de churrasco. Nos sacaron de entrante un trozo de empanada precocinada que tenía moho. El churrasco tardaron en sacarlo 5 minutos escasos, se notaba que estaba recalentado. De postre nos pusieron dos trozos de pastel con las esquinas resecas. El lugar es precioso, pero el servicio muy justito. Es muy decepcionante la calidad, más aún por los 12 € que pagamos por persona. Un pésimo detalle a recordar de las vacaciones...