Restaurante: Camping Fuentes Blancas

Han cambiado de dueños y es de lo peor, 21,30 cierran la cocina gente del mismo camping que querían cenar no pudieron hacerlo, allí tampoco ya se podía tomar un café ya que la cafetera estaba ya apagada y para colmo pendiente el camarero si terminabas la consumición para acto seguido quitarte el baso..... Vergonzoso.... A las 22. 30 todo cerrado y apagadas las luces..... El año pasado íbamos todos los días a cenar y tomar algo, pero este año no volvemos más. A este paso no viene ni gente al camping...... Por no hablar del mal hambriento que hay entre los trabajadores muchos gritos y discusiones.

Pesima organización se reservo con 1 semana la terraza y 5 minutos antes se verifica y cuando se va a comer están otros comensales sentados. Las rabas no estaban sosas estaban sin sal al igual que el arroz sin sal. Los camareros no daban abasto con todo el comedor corrían por todo el local de mesa a mesa. Sitio recomendado para no volver aunque hemos organizado allí varias reuniones familiares.

Pedimos una paella para 6 y nos cobraron más que por el menú que tenía la misma paella de primer plato. Todo congelado. Los calamares estaban malísimos, parecían refritos y después calentados en microondas. Hasta la morcilla estaba mala. Muy mal calidad - precio. Te cobran hasta por el pan, 0,90€ por cada trozo de pan nada menos, malo también por cierto. Y para rematar un brazo gitano que no sabía absolutamente a nada.

La paella esta buena eramos 20 para una de marisco con entrantes como ensalada morcilla y calamares fritos. Los entrantes buenos peor escasos (tres ensaladas para los 20) la paella para alguno pasada para la mayoría buena y cantidad para repetir y sobró por lo menos tres o cuatro platos,hasta aquí lo bueno o normal. Lo que no me gusto nada es que nos dieron un precio de 20 € por persona con tarta incluida y cafes no incluidos (a 1,5€) les llamamos 1 semana antes para decirles que al final no queríamos la tarta que la llevábamos nosotros, y preguntamos que si a cambio de no poner el postre nos ponían los cafés, nos dicen que lo hablemos con el jefe. Llamamos otras dos veces pero el jefe no lo localizamos o estaba ocupado. A la hora de pagar nos cobraron la tarta que no pusieron. Y los cafés. 2ª cosa que no gusto, el tiempo que tardan en servir, desde que terminas los entrantes a cuando pusieron la paella pasaron 15 minutos y es que no había ningún camarero para decírselo, solo dos en la terraza bebiendo copas de vino que no hacían caso, y lo mismo pero más exagerado para pasar de la paella al postre 30 minutos eso si el camarero cuando llegaba se ponía a recitar rimas y cada vez que pedíamos una botella de agua por que se acababan tardaban también en traerlas. Un punto bueno el vino de ribera estaba bueno