opiniones sobre el Restaurante Can Mauri

Cierto, coincido en que el entorno es bonito pero calidad/precio dejan muchisimo que desear. Los segundos, servidos a voz de salir de cocina, empezaban unos cuando otros ya habían terminado (mesa 10 personas) carne servida cruza cuando se había pedido al más del punto. Espalda cabrito muy dura, postres nada elaborados... En fin y lo peor cuando vez la cuenta... Horrible con lo mal que has comido pues si comes bien 'no duele''.. En fin, nunca mas.

Nos ha encantado. Siempre te da un poco de miedo ir a sitios que no conoces, pero nos fíamos de las buenas opiniones en buscorestaurantes y reservamos. Al llegar nos atendieron muy amables enseguida, bromeando con las chiquillas, un trato familiar y cercano que te hace sentir muy agusto. Las instalaciones son impresionantes, la masía está muy cuidada y en las paredes había cuadros de reconocidos pintores, algunos de la escuela de olot, cosa rara de ver en un restaurante hoy día. Nos acomodaron enseguida. Enseguida nos decidimos por el menú estrella ya que incluía el cochinillo que hacía años que no probábamos. De primero el pica-pica estaba bien, con raciones abundantes que casi parecen primeros platos. El chupito de temporada, la gamba con pan japonés (se olvidaron de poner la salsa romesco con la gamba en tempura). El huevo trufado con patatas a lo pobre, aunque me gustan no lo veo como plato para poner en un pica-pica, sinceramente. Tampoco me entusiasma el crujiente de ibérico (jamón ibérico frito) pero me gustó mucho más la alcachofa confitada, super tierna y sabrosa. Para el segundo, dos buenas raciones de cochinillo que según nos comentan es de su propia finca, criado por ellos. Muy crujiente y jugoso por dentro, excelente el horneado (se nota que deben de tener un buen horno, porque este punto es muy difícil de conseguir). Sobra decir que no pudimos acabar la ración. La tabla de postres muy equilibrada, desde el dulzor de la piña con crema catalana a la delicadeza de unos profiteroles caseros para terminar con un sorbete de menta super fresco. Elegimos un vino de la carta, ebano 6 de ribera del Duero, en su punto, por 12€. Las niñas tomaron macarrones (regular, algo secos, puede ser por la hora que ya era tarde? ) y unos canelones caseros que estaban muy ricos. En resumen, comimos super bien, probamos un cochinillo que ya quisieran en algunos asadores de renombre y nos salimos del típico menú braseria de masía que ya tocaba. Relación calidad precio: muy buena. Servicio: inmejorable, todos, desde el gerente siempre pendiente y atento a cualquier camarero super simpáticos y amables, se nota que algunos llevan años en el tema. Una experiencia digna de repetir en cuanto podamos. Total los cuatro con botella de vino y café por 94€.

Lugar muy agradable, en el que se puede comer y dialogar sin tener que gritar para que te oigan, como actualmente pasa en algunos restaurantes que también conozco.

Esta bastante bien, muy típica masía catalana, lo único que veo es mucha luz a mi parecer si fuera más tenue mejor

Muy buenas quisiera escribir mi opinión algo curiosa sobre mi experiencia, fue hace dos años pero aun lo recuerdo por que fue el día más especial de mi vida, mi boda... Llegue a este restaurante de la mano de otro restaurante por raro que parezca......... Soy clienta habitual de Castell de Guanta en Sentmenat un lugar maravilloso bonito y con una comida buenisima, mi intención era hacerla allí pero por el aforo al que están limitados no lo pudimos hacer ya que eramos ciento y pico en una fecha que no sabíamos si llovería para poder hacerlo en las pérgolas que tienen, que la verdad entiendo las razones que me dieron palabras parecidas si no iguales de raúl propietario e hijo de los dueños no podemos decir a nuestra clientela que no para hacer una boda tan grande somos fieles a ellos....... Entre risas todo esto me comento que tenia unos familiares primos creo recordar que regentaban Can Mauri, pensándolo bien a mi no me gustaría llegar a Guanta y no poder comer por que hubiese una boda... Que hambre me esta entrando pensando en Guanta jajaj lo que decía antes que eran familia y me dio el teléfono de ellos llamé y hable con toñi la propietaria de Can Mauri y organizamos el evento todo perfecto buen servicio buena calidad de los alimentos y precio razonable sin ningún fallo y fiesta y música hasta altas horas de la madrugada lo que queríamos muy correcto todo gracias a toñi y raúl por que en este tiempo de crisis luchen por llevar unos negocios tan sacrificados! Recomiendo sin duda los dos restaurantes!!!

Me encanta todo el alrededor la presentación, la profesionalidad, la calidad y sobre todo el precio en una masía preciosa bien cuidada y son muy amables yo personalmente me he casado ahí hice la despedida de soltera que me contrataron ahí mismo unos camareros ficticios muy bien baile y también celebre un cumpleaños sorpresa en fin no se que más decir yo os lo recomiendo un diez

Celebració familiar diumenge 10 de març, molt contents tots, el servei molt amable i el menú molt complert.

No tengo palabras, sencillamente perfecto, no nos falto detalle, la comida exquisita, personal entregado y eficiente que nos permitieron estar en una sala íntima y pasar la sobremesa hasta tarde degustando unos gin. Sin duda repetiré, y muy pero que muy recomendable para ir en familia y con niños.

Sandra ,he celebrado mi boda con luismi que ahora es mi marido, el 13-10-2012 en can mauri , hemos realizado la ceremonia en sus jardines que ha sido muy pero que muy emotiva, yo hice la entrada con coche de caballos de la propia masía "de pelicula", para el aperitivo pasamos a otro de sus jardines igual de bonito que el de la ceremonia o más y el picapica super super completo y riquísimo, la comida ya el no va más, servida por un grupo de 8 camareros de lo más profesional "con permiso de luismi hay un par que no veas como están "que estuvieron en todo momento pendientes de nosotros y de los invitados, yo he comido medallon de rape riquísimo y luismi solomillo ibérico el no va más con sus correspondientes vinos blanco y tinto, y el pastel muy rico, ha todo amenizado con la música que habíamos escogido luismi y yo, y el baile no veas que marcha, y en todo momento atendidos por toñi la dueña de can mauri. Nosotros al principio teníamos algunas dudas respecto ha can mauri por las criticas publicadas, pero también teníamos buenas referencias y nuestra nota a can mauri es pleno al 15. Pues contribuyeron a que fuese uno de los días más felices dede nuestra vida. Gracias can mauri.

Realizamos una comida familiar, en concreto unas bodas de oro, y nos trataron con muchisimo cariño y mimo, entrando con músicas que habíamos elegido nosotros y a la hora de los regalos lo mismo, tanto la comida como por el servicio tengo que decir que un diez. Muchas gracias al equipo por el trato que nos dieron.

El pasado mes de setiembre hicimos una celebración de 50 aniversario de mis padres pensando que el servivio seria similar o mejor al recibido hace un año en otra celebración familiar. El menú contratado esta vez era de calidad superior. Nos equivocamos. Si bien es cierto que la masía y el entorno es fantástico, la comida es escasísima y la cocina, excepto el entrecot y el ibérico con salsa de foia, no está ni bien cocinada ni bien condimentada ni la guarnición es de la calidad del menú que pagamos: ( 40 € por persona). Mi madre solo hacia que repetir que le sabia mal por los invitados no por ella. Era una fiesta esperada durante mucho tiempo y fracasamos en cuanto a escoger este restaurante. Otro detalle que no nos gustó fue que el pastel de presentación fue uno y el que nos sirvieron fue otro tipo mouse. Como positivo hablar de la predisposición y dedicación de los músicos que siendo externos al restaurante, se desvivieron para que nuestra fiesta luciese por lo que a ellos se refiere. Evidentemente tomamos tarjeta del grupo musical, y al restaurante ni volveremos ni lo aconsejaremos.

No falto de nada, unos jardines preciosos, un completo y divertido aperitivo, un servicio excepcional por no hablar de la comida. En todo momento estuvimos cuidados y mimados. Muy recomendable por la calidad y el precio.

Adivina, adivinanza: un camarero tiene una duda en la cocina... No sabe si el helado que ha cogido es de pera o de café con carquinyolis. Una vez presentado el plato en mesa, el otro camarero nos pide permiso para oler el helado y así averiguar si era el correcto o no. Luego, cuando nos traen el correcto la presentación no se parece en nada y además tiene un carquinyoli como decoración. Y pregunto: ¿donde estaba la duda? A parte de eso, pescado congelado,vino blanco caliente, salsa sospechosamente de sobre, mel y mato con pelo y una mosca cojonera que debía opinar otra cosa porque no se iba de nuestra mesa.

Como siempre, quedamos encantados tanto por el servicio como por la comida, pedimos una mesa para un domingo y nos obsequiaron con una de las salas, donde disfrutamos de la estancia como si hubiéramos estado en casa. Para repetir y muy aconsejable.

Local muy adecuado para ir en pareja, con una agradable estancia y una presentación de platos así como de calidad de los mismos, trato muy cuidado y salas muy acogedoras. Una carta de vinos muy divertida. Volveremos

A mi este restaurante me encantaba, de hecho no solo iba con mi familia sino con la empresa. Pero no se si es que han ''cambiado'' el xip, pero fui para navidades y no nos trataron como esperábamos. La comida muy escasa, caro, hacia frío en la sala y para rematar nos querían cobrar más menús de la cuenta, alegando que era día de navidad y que no podíamos hacer la reserva para más gente y luego presentarse menos (cuando solo faltaron 2) y teniendo en cuenta la clase de cliente que éramos. No volveremos nunca más.

Mi opinión sobre este restaurante fue muy buena, nos invitaron mis abuelos en año nuevo y a pesar de estar llenísimo, el trato fue muy cuidado y rápido, muy recomendable

Estuvimos en la cena de empresa y lo pasamos genial, muy buena atención calidad de los platos, el secreto increíble, y lo pasamos genial después en la disco.

Servicio malísimo y caro. Contratado menú de reyes a 30€, escasisismo muy mal servido 2;30 para un pica pica y un segundo contratado con antelación y después de quejarnos en repetidas veces a los dueños, otros aún estarán esperando. El pica pica ridículo y malo, el pescado congelado e insulso. 3 camareros para un salón de unas 80 personas. No volveremos.

Fuimos en navidad para celebrar un día especial, y tengo que resaltar la poca gentileza de la responsable. Los platos muy bien elaborados pero tocaba 1 esparrago por persona... Muy bonito el restaurante y el entorno, pero sin duda no volveré. Se lo tienen más creído de lo que en verdad es.

El miércoles 30 de junio fuimos un grupo de 37 personas a comer el menú de 26 euros. Es una masía antigua. Nos colocaron en una sala individual. El pica -pica bien presentado, bien elaborado pero escaso. El plato de dorada estaba lleno de patatas y con una salsa muy sosa. El servicio regular con algún camarero prepotente y con mala educación.

Muy bueno en todo (calidad-servicio-atención etc)

Mi opinión sobre este restaurante es muy favorable. Pasamos una velada increíble, disfrutando de una sala que nos dio intimidad, y un servicio muy atento, que unido a la calidad y presentación de sus platos nos hizo disfrutar de una grata cena.

Tuve la gran suerte de ser invitada a una celebración de una bodas de plata de unos tíos de mi marido en can Mauri y me pareció exquisito desde la ceremonia en los jardines hasta el trato del personal, que en todo momento fue muy atenoto sin olvidar la comida, que sin montar un gran menú de bodas fue muy agradable.

Mi opinión sobre este restaurant es bastante negativa no tan solo por la calidad de la comida sino por la poca gentileza y simpatía de sus dirigentes. Fue auténticamente bochornoso que nos situaran en una sala donde la temperatura ambiente no debía pasar los 16º en pleno mes de febrero.( junto a la bodega). Además la música que yo creía ambientaría la cena, no la pusieron hasta bien entradas las 12 y encima en un local aparte donde no oías nada.

Realmente por todo lo expuesto, no pienso volver

A pesar de la tortuosa pista de tierra que lleva a la masía, que empieza en una peligrosa curva, y su señalización pasa casi inadvertida; una vez que llegas, ya no te arrepientes. El trato es atento y amable. Sin ser barato, la relación calidad-precio es buena. Los platos están bien cocinados y presentados. Hay platos de caza (que no suelen haber por la zona), y tanto la crema catalana, como los calçots, son los mejores que he probado en la zona.