Restaurante: Can Tonada

Pequeño restaurante muy agradable, con gran variedad de torrades y ensaladas para elegir.

La decoración es muy agradable; tienen colecciones muy curiosas por todo el local: gorros colgados en la pared, "caganers" de todo tipo en las estanterías...

Algo que hay que pedir siempre que se va son sus patatas bravas. Hacen una salsa brava casera totalmente distinta a las que dan en otros sitios. Simplemente BUENÍSIMA.

Esta noche hemos estado a cenar mi mujer, mi hija y yo. El local, algo descuidado en algunos puntos pero aceptable. El trato del personal de sala diría que acorde al tipo de local y de público habitual, bastante correcto y simpáticos. Todo parecía apuntar una tranquila velada. Pedimos unas croquetas, que estaban demasiado negras, como el carbón, aunque ricas. Una ensalada romesco que estaba bien, acorde al precio. Los productos basicos de calidad bastante corriente. También pedimos un tastet de esqueixada, muy mal servida, bacalao descongelado, aguado, insípido lo que lo convertió en un platillo vulgar y caro. De segundos una torrada Magica que estaba buena y un entrecotte con guarnición. Aquí fue donde vino el problema. Lo pedí al punto y me lo trajeron absolutamente hecho, lo único rojo que había era el pimiento asado que acompañaba y que además estaba en mal estado. Al traer el plato ya nos olía raro y al tocarlo en la boca nos dimos cuenta de que estaba en mal estado. Tal fue así, que no pude probar el segundo, salvo unas pocas patatas fritas de la guarnición. Tuve que comer la mitad de la Torrada de mi mujer. Evidentemente se lo comentamos al camarero, quien muy amablemente se disculpó doblemente, por el entrecotte y por el pimiento y sin rechistar recogió la mesa. Pedimos la cuenta y ..... olé, a pagar el entrecotte y el pimiento en mal estado. Menos mal que el sitio es bastante económico y la factura nos salió por cuarenta y pico euros, pero no me gustó demasiado el feo detalle de cobrarnos por algo que yo no he podido probar. En fin, que eso dice todo del local y con no volver y comentarlo creo que es suficiente sobre todo por el tema del pimiento que es lo que más me preocupó. Por cierto, hemos tenido que llamar y levantarnos varias veces para pedir las cosas porque no nos atendían.