Restaurante: Cantábrico

Interesante alto en el camino

Somos un matrimonio con una hija, que damos prioridad al disfrute comiendo. Conocemos muchos y diversos restaurantes por toda España. El Cantábrico no es Arzak. Pero es una clara muestra de que puedes estar muy agusto y disfrutar de muy buena comida sin ir a un restaurante Michelin o Campsa, y por un precio gratamente sorprendente. Estuvimos este verano varias veces.
Ensalada de pulpo, fenomenal. Croquetinas: la niña se puso las botas (y el padre). La fabada de marisco, sorprendente. La merluza a la cazuela, bárbara. Los chopitos encebollados, divinos y a la altura de los que puedes comer en el país vasco. Los mariscos a la brasa, se te salen los ojos. Todo de excelente calidad, con un trato muy agradable. El salón no es grande pero sí cómodo.
Los postres impresionantes, sobre todo el arroz con leche requemado. ¡Qué más puedo decir! Que volveré al Arzak, pero mientras tanto esta Semana Santa que la pasamos en Tazones, volveremos a repetir en el Cantábrico. Para nosotros excelente.