opiniones sobre el Restaurante Cantina Río Covés

Lugar acogedor con buen servicio. A pesar de que las opciones de elección en carta no era muy extensa, lo compensaban con elecciónes de platos fuera de carta. El precio de la comida más que correcto.

Veraneo en la zona, por lo que he visitado muchas veces el local, y he podido comprobar cómo con los años ha decaído la atención hacia los clientes y el nivel de las comidas. Lo que describen en otras opiniones de tener que esperar entre entrantes y segundos platos es cierto. Los camareros son más bien estirados frente a aquellos que estaban al inicio y que eran encantandores, cercanos y muy profesionales. Hemos visto, desde el año 2004 cómo han subido los precios, y cómo ha disminuido la calidad de los platos, por no mencionar que han suprimido el solomillo de buey y el café de pota. Muy mejorable, sobre todo para los que hemos conocido sus tiempos gloriosos y menos estirados.

Nos lo han recomendado para comida familiar de un grupo de 20 personas, comida excelente entrantes variados de la casa... Desde la costrada, famosa, a una zamburiñas con las croquetas caseras y unas filloas rellenas buenísimas, más luego a elegir entre pescado y carnes y también los surtidos de postres caseros que son de miedo..., de verdad maravillosos el servicio por favor que no cambie los camareros son super profesionales y que amabilidad........ De verdad volveremos en el próximo cumple del abuelo.. Os lo recomiendo por cierto decoración inmejorable

Estábamos de vacaciones en la zona y nos lo aconsejaron en el hotel como de los mejores, además de que ya lo llevábamos como referencia, un fracaso. El local estupendo, el maitre y los camareros bien, pero la comida deja mucho que desear, para empezar elegimos un pulpo prensado, bueno, para gustos. Luego mi marido eligió solomillo con salsa roquefort, en fin el solomillo estaba cocido, no cocinado a la plancha, al apretarlo soltaba agua!!, y yo pedí lomo ibérico en su salsa, esperándome un filete de lomo(fresco), y me aparecen con lomo embuchado, con una salsa que a una ternera le quedaría de lujo pero no al lomo embuchado... Pero a parte del local hay que destacar los postres, exquisitos, tanto la tarta de queso como la de almendra, la mejor que he comido, buenísimas. En resumen dejó mucho que desear.

Aunque de la comida no puedo opinar, porque después de lo sucedido no he comido ni comeré nunca en esta cantina, el trato con los clientes es desastroso, yo diría incluso que es chulesco y despectivo. El martes 26 de mayo a las 4:30 h, nos acercamos al restaurante mi mujer, mi hija y yo para concertar una comida familiar de 18 personas para el 27 de junio. Nos atendió una empleada que mostraba un manifiesto desinterés por hacer la reserva. No veía más que problemas; que no podía dar disponibilidad, que la jefa no estaba, que esa fecha es temporada de verano y no se hacen comidas de grupos, etc, etc.., que esperáramos por la jefa si queríamos aunque ella no nos prometía nada y si no que nos fuéramos, allá nosotros. A las 5:30 la jefa no había llegado y nos fuimos.

Al día siguiente por la mañana llamé por teléfono y se puso la jefa. Pobre de mí, no me podía imaginar que tuviese un carácter tan agrio, vaya follón que me armó. Cuando me identifiqué como el que estuvo allí la tarde anterior, me dijo que no era guía turística de nadie, ¿…?, que tiene su horario como todo el mundo, que las disponibilidades sólo las da ella, etc. Yo no he podido ni hablar, cuando terminó el rollo, colgó. No sé si la empleada le contó una historia montada a su manera o si son las dos iguales.

El caso es que me quedé sin saber si puedo hacer la reserva o no. Tal vez sea que no. Yo sólo quería reservar una mesa para comer con mi familia y me he tenido que comer el trato desagradable de la empleada y las palabras absurdas y ridículas de la jefa. No volveré a caer por la cantina Río Covés. Ya tengo reserva en otro restaurante que saben tratar a los clientes como personas.

Tenía buenas referencias de este restaurante, pero el trato no ha sido todo lo bueno que debería en un establecimiento de esta categoría, o al menos, la que ellos creen tener. Como tienen demanda, no son demasíado correctos en la atención a peticiones que se salgan de su "guión". Ojalá el tiempo y la crisis no les hagan bajarse de su pedestal.

Ayer, en la comida, muy mal. Lleno, 14:30. Pedimos un entrante y cinco platos segundos. A los 15 minutos, siete croquetillas. A los 45 minutos, pregunto si faltará mucho. Una camarera alta y de coleta me mira y me responde, muy seria: "saldrá cuando salga". Media vuelta y se va. Observo cómo la misma responde, con braceo incluido, a otros clientes con similares observaciones que las nuestras, muy conocidos en Betanzos, por cierto. Llegan los platos (una hora de espera, más o menos). Sorpresa: la cazuela con migas de bacalao y berzas, quemada en el fondo. Se lo pregunto a una chica - no a la de coleta, no sea que me caiga otra bronca. Me responde con un ¡ah! Media vuelta y se va. Y no vuelve. Mis compañeros acaban, y sin postres ni zarandajas - faltaría más - pedimos la cuenta. Pido que no cobren la cazuela quemada, no vaya a ser, y en ese momento es cuando me dicen si "quiero otra cosa". En fin: las cuatro y veinte, pago, y me voy sin comer. Y por cierto. Comentario de los que tuvieron la suerte de comer: ni fu ni fa.

Hace poco tiempo intenté cenar allí con una serie de amigos. Como las mesas no son lo suficientemente grandes para un grupo de 8 personas, decidimos unir dos mesas para poder cenar cómodamente. En el momento que movimos la primera silla una rubia oronda salió pegando gritos y amenazándonos. Primera regla del Turismo: Tratar bien a los clientes. Evidentemente lo que hicimos fue levantarnos y marcharnos, Seguimos un par de kilómetros para cenar en el Andarubel, que si está situado dentro de las Fragas, en un lugar mucho más bonito, y desde luego con un trato mucho más agradable.

No es lo mismo Pizza que Empanada ¿Verdad? ¿Cómo se puede llamar "Costrada" a lo que sirven en Rio Covés? Aunque esté comestible, que no es lo que nos ocupa, hay que ser atrevido para llamarle así. Por favor, sean honestos; éso ni es costrada, ni se le parece. Además ustedes lo saben. No ofendan este plato.

Sorprendente restaurante no solo por su agradable decoración y relajante entorno sino también por su esmerado servicio y su concepto gastronómico basado en la recuperación de platos ancestrales de la comarca, como la costrada, las "sardiñas lañadas" o los "parrochos do fume" con una excelente relación calidad/precio. Extraordinaria terraza con jardín que invita a la relajación mientras se observa las orillas del rio. Cómodo aparcamiento ajardinado y muy cerca del Parque Natural Fragas do Eume. Sorprende la elección musical basadas en buena música de los 70 y se agradece que la TV esté apagada

Muy recomendable su visita después de un paseo por las Fragas

LO ÚNICO QUE PUEDO DECIR DE ESTE RESTAURANTE SON COSAS BUENAS: SU COMIDA ES EXTRAORDINARIA, LA TRANQUILIDAD QUE TE SUGIERE EL LOCAL ES ASOMBROSA Y SU TERRAZA EN ÉPOCA DE VERANO ES PRECIOSA, SOBRE TODO LA VEGETACIÓN QUE LA RODEA.
ADEMÁS ES UN BUEN PUNTO DE COMIENZO PARA ACERCARTE A VER LAS FRAGAS DEL RÍO EUME, CUYA BELLEZA NATURAL ES INCREÍBLE (GRAN BOSQUE ATLÁNTICO CON ESPECIES AUTÓCTONAS).
LO RECOMIENDO SIN DUDARLO.