Restaurante: Cruz Blanca

Él trato fue muy bueno de los camareros. La comida también estuvo muy bien. Pasamos una velada muy agradable.

Invitamos a unos amigos a comer, resevamos una mesa para 9 personas por teléfono cuando llegamos tuvimos que esperar porque la mesa no estaba montada, la comida fatal tempura com salmorejo la verdura dos rodajas de pimientos verdes y dos de rojo y unas tiras de verduras que no se que eran llenas de aceite y la tempura no existía el salmorejo tomate sin sal todo líquido, pedimos arroz malísimo y todo el plato amarillo com mucho colorante, tuvimos que pedir el pan en el segundo plato porque no lo habían puesto, los segundo parrillada de carne madre mia un trozo de pollo dos chuletas que parecían que estaban cocidas el pollo todo seco y un trozo de carne que tuvieron que pasarla porque estaba cruda, parrillada de pescado boquerones secos con sabor a carne calamares durisimos yalgún trozo de pescado que no sabíamos que pescado era, las lubinas que pedimos bien y el secreto también bien, por fin llega el postre pedimos piña no me lo podía creer la piña nos la traen como una rodaja de melón una esquina de la piña toda pasada, pedimos dos cafés, uno com leche y otro cortado el de la leche bien pero el cortado lo trajeron si leche, el camarero nos trataba como si fuesemos colegas, os podéis imaginar la factura que no fue nada barata, la comida malísima y el camarero no se molesto en preguntar nada viendo que se llevaba los platos con la comida. La comida de la cruz blanca no recomendada.

La atención casi perfecta, rapidez en los platos y la comida bastante buena. Como único pero, quizás la instalación, estaba un poco fría con alguna corriente algo desagradable.