Restaurante: Egaña

Un restaurante que podría mejorar fácilmente. Ofrecen (entre semana) sólo un menú de 12 euros incluso en temporada turística y siendo un pueblo pescador (lekeitio). Las únicas opciones que nos ofrecieron fue ese menú demasiado humilde o bien la carta demasiado cara. Una pena que no haya un punto medio aunque sea mediante la posibilidad de pagar un suplemento por algunos platos más. Triste porque estamos convencidos de que tienen buena carta y de que darían buenos menús si se lo pensaran un poco más. No ofrecen tampoco raciones ni nada parecido que te permita combinar un menú con algo diferente. El vino (un batuta tempranillo 2013) bueno, joven. La ensalada fue fresca, crujiente, aunque escasa y con pocos ingredientes. Las alubias correctas aunque les faltaba algo de sabor, de intensidad. La ternera guisada algo seca pero la salsa muy buena. Y el gallo fresco, bien hecho. El pan especialmente bueno. De postre tomamos arroz con leche con un arroz demasiado blando pero con buen sabor, algo corto de azúcar. Y la tarta de queso correcta. Es un local en el que se nota que hay buena mano (los platos tienen fallos fácilmente solucionables) y por algún motivo... Pocas ganas. Y la atención al cliente bastante mejorable (son secos en el trato). Se limitan a su menú de 12 euros y punto. Y el público, lógicamente, es local, del propio barrio. Una pena que ofrezcan lo que ofrecen en un pueblo de costa. Un menú poco imaginativo, sin apenas opciones... En un pueblo con tantas posibilidades como lekeitio.

Una pena. Fuimos con toda la ilusión. Primera vez en lekeitio, puerto pesquero. ... Pedimos una sopa de pescado y langostinos plancha de primero. La sopa sin sabor. Como si la hubieran rebajado con agua. Pero aun así fue lo mejor. Los langostinos con la piel pegada y de frescos nada. Los segundos fueron chipirones en su tinta (14€) y rodaballo a la plancha (19€). De los 3 chipirones uno estaba ya cortado, pero no se veía al estar tapado con la tinta. Lo cual daba un poco de asco. El rodaballo era un trozo de un lomo con muchísimo aceite con sabor a freidora y la piel quemada. No pedimos ni postre. Un chasco.

La comida y la atención son excelentes, todas las veces que hemos ido con la familia, quedamos satisfechos con la atención y la comida siempre ha sido super buena