opiniones sobre el Restaurante El Celler d'en Sadurní

Hemos pasado un calor horrible, tienen un aparato de aire acondicionado de adorno, tenían las ventanas abiertas pero era peor, el calor nos ha amargado toda la comida y encima nos han acribillado a picotazos los mosquitos, por no mencionar el tiempo de espera para servirnos. Hemos pedido cordero y la verdad deja mucho que desear, y mucho peor los helado (hielo puro). En fin, me duele en el alma este tipo de valoración, pues la gente que lo regente son muy amables y cariñosos pero lo que ofrecen no esta a la altura ni de calidad ni de precio.

Ambiente familiar, con buen servicio, entorno agradable y buena calidad en comida, con precios muy asequibles.

Disfrutamos mucho, con buen servicio y buena relación calidad-precio, es un restaurante para recomendar.

Muy guapo, el ambiente muy tranquilo y acogedor y el servicio muy próximo. Los días de calçotada se ve que hay un poco de barullo pero si te lo tomas con la calma el sitio resulta genial.

3-2-2014 calçota el sitio y el el servio correcto. El aperitivo patético, ridículo, 4 galletas saladas y las olivas rellenas de hueso... Los calçots fríos, los más gruesos crudos. La cantidad de la salsa ridícula, tuvimos que volver a pedir más. Cuando llego la carne... Fría, quemada, el lomo y el cordero parecía una suela de zapato, nos dicen que estaba un poco hecha que si no nos gustaba lo dijéramos... Tontos fuimos no decirlo, no solo de la carne, los calçots, el aperitivo... En el menú calçotada decía que la carne iba acompañada de escalivada.... La escalivada no la vimos ni en pintura, eso si había media patata. El postre, no quedaba lo que queríamos, lo que nos trajeron estaba congelado y dijimos que no queríamos nada congelado. Lo único que valió la pena fue el vino y el allioli. La semana que viene volvemos!!!!

El sitio precioso, en un ambiente muy acogedor y el servicio correcto. Si no fuera por el hecho de que avisamos que íbamos a hacer 4 menús calçotades y cuando nos van a tomar nota de las bebidas, nos dicen que no quedan más calçots y que nos los pueden servir rebozados. Terminamos comiendo los rebozados y una ración de los normales. La salsa estaba bueno, aunque con mucho ajo y la cantidad brillaba por su ausencia. 3 veces tuvimos que pedir que nos trajeran más salsa. En fin, lastima que un día de calçotada en amigos se convirtió en un malestar general...

El restaurante por dentro es tal y como se ve en las fotos, pero la terraza y las carpas están muy viejas para nada se parecen a lo que vimos por Internet es bastante engañoso. El trato pareció correcto hasta que nos hicieron pedir el menú de los niños cuando ni siquiera nos habíamos sentado en las mesas, contando que eramos los únicos clientes del restaurante. El menú muy escaso, contando que era domingo, el aperitivo vergonzoso y de muy poca cantidad. Las botellas de vino las teníamos que pedir porque nos ponían solo 1 y eramos 11 adultos. Y el remate fue cuando uno de mis hijos rompió desgraciadamente un toallero, pedimos disculpas y la sra. Me pidió el teléfono y de regalo me dio un papel con las medidas del toallero para que se lo compráramos y se lo lleváramos.... Bueno nos quedamos con la boca abierta al preguntar que como no tenían seguro?? Y si rompemos una copa?? Que pasaría? ' en fin el trato no nos gusto nada en absoluto, no volveremos jamas ni se lo recomendaremos a nadie.

Hemos coincidido con una visita guiada de la cava. Ha sido interesante, hemos pasado un buen día, el personal es familiar y amable, y la comida ha estado bien. Volveremos a comer al restaurante y a comprar algún vino y cava. Pd. No entiendo alguna opinión negativa en este foro. El restaurante estaba lleno, por algo será...

Muy correcto en calidad y precio. Bien atendidos en un ambiente tranquilo y muy bien cuidado. Los vinos son elaboración propia de buena calidad

Estuvimos en enero 2013. Nos gusto mucho tanto el restaurante como la pequeña viña que tienen cerca de la masía y restaurante, ellos mismos elaboran sus propios vinos y un excelente cava reserva de gran calidad. El trato fue excelente. Con muchas ganas de repetir. Para personas que les guste un buen ambiente y la tranquilidad y como no la buena mesa. Os gustará.

Un trato excepcional y familiar, un lugar con encanto. Excelente calidad-precio! Variedad en la carta

Ensaladas escasas y entrecot de muy poca calidad. Postres aceptables. Buen servicio. Espacio en el interior escaso.

El sitio es muy chulo, cerca de Barcelona pero en un ambiente super relajante. Es familiar, ves como te hacen la comida y se pueden visitar las cavas. Lo mejor el sitio, la comida y el trato familiar, lo peor que algunos días se llena demasiado y el servicio va un poco lento. Segun dicen los sábados, o las noches se está más tranquilo. La terraza está muy bien y tiene parque infantil.

El lugar es estupendo, muy tranquilo y relajante. Hay mucha variedad en la carta aunque algunos platos parecen casi imposibles de acabar! Los vinos están muy bien aunque lo mejorcito, es el cava brut gran reserva, que hacen ellos mismos. El precio es razonable.

La comida es muy buena, y las raciones son decentes (aunque no se pueda decir que muy muy abundantes, salvo por la espalda de cordero). La selección de vinos es de excelente calidad. No se puede decir mucha variedad ya que solo tienen los que producen ellos mismos. También hay unas cuantas ginebras, whiskeys y grappas interesantes. El entorno es espectacular, ideal para salir y desconectarse de todo, realmente único, además si lo pides fuera del horario de comidas, te pueden enseñar las cavas donde hacen sus productos.

El lugar es muy acogedor, sin grandes pretensiones. El tiempo de espera después de haber hecho la comanda, lo considero normal teniendo en cuenta que solo se abre el restaurante el fin de semana y que es carta, no menú. El trato es familiar y muy agradable. La presentación de los platos es correcta, así como la cantidad y el precio se ajusta a la media que anuncian en esta página. Para las personas que gustan de fumar con el café tienen unas mesas fuera del comedor en un entorno agradable y rodeado de naturaleza. Nosotros éramos siete personas. Un joven, dos personas de mediana edad, y tres personas de la tercera edad, (una de ellas en silla de ruedas) y participamos todos de esta opinión. Para terminar solo me queda decir que fue la primera vez que comía en la masía, pero no será la última.

El lugar es muy bonito, es una masía antigua muy bien conservada y con espacio para los niños. He estado un par de veces, la primera había poca gente y me atendieron muy bien, la segunda estaba lleno y el servicio fue un poco lento. La comida está muy bien, tener la brasa a la vista se agradece. Las raciones no son muy abundantes, pero son correctas. Y el precio no me pareció desorbitado. Los vinos que sirven son los que elaboran en la masía. Lo mejor es el lugar, sobre todo la terraza con vistas a los viñedos y el trato familiar.

Para empezar y como generosa aportación de la casa un estupendo plato de galletitas (picis). Magret recién descongelado, eso si con dos trozos de manzana. El resto, eramos 4, pies de cerdo, confit de pato y entrecot a la pimienta. 3 ridículos primeros, una ensalada y según ellos 2 de carpacho de melon botella de vino crianza cabernet. No hablamos del postre porque ya seria pasarse total 126€ en el menú diario en el que como yo por 12€ como mejor. Quizá por esta el sábado noche eramos nosotras cuatro y una pareja en el restaurante