Restaurante: El Mirador de La Moraleja

El día 18 celebramos en el mirador de la moraleja la boda de mi hija. A ellos le encantó el lugar, que verdaderamente es precioso. Pero no resultó nada práctico. Para empezar el coche que ponen a tu disposición del año 80, que lo ves tan bonito aparcado en la puerta (de noche), está muy mal conservado y con el calor que hizo el sábado, no funcionaba el aire acondicionado. Íbamos sudando y hasta las flores del ramo se iban marchitando. Si nos lo hubieran notificado, habíamos llevado el nuestro. El cóctel alrededor de la piscina era un poco agobiante porque no queda apenas espacio y siempre con el miedo de que algún niño se caiga al agua. Había otro espacio al otro lado, pero los invitados estaban separados. En el salón no les dejaron poner las mesas rectangulares, con lo cual les costó un triunfo acoplar a los diferentes grupos de familiares y amigos. Incluso la mesa presidencial que iba a ser alargada, era redonda e igual a las demás. Si, estaban muy bonitas adornadas. El servicio dejaba mucho que desear, por los comentarios recibidos de invitados de confianza, porque claro a nosotros nos servía el maitre y era perfecto. Hubo muchos fallos en lo que habían contratado y cuando expusieron las quejas, la "dulce y simpática rocío", cambió de aptitud, contestando, incluso con acritud. No cegaros con los jardines, el rolls-royce y la suite nupcial. El trato a tus invitados es más importante. No encuentro relación entre precio y calidad. Siento rabia porque ellos pusieron toda su i