opiniones sobre el Restaurante El Vidueño

Menú de 16´80 los segundos cantidad ridícula... El secreto para tres personas.. Para picar en el medio de la mesa.. Se quedaron los tres con hambre... La merluza se perdía en el plato.. Una ración enana. Dudo que vuelva.

De lo mejorcito que he conocido. Estuvimos cenando 14 compañeros, un menú cerrado y fenomenal en precio nos sorprendió a todos ya que la calidad estaba muy por encima de lo que pagamos. Mis felicidades al cocinero en especial.

La peor experiencia que he tenido en mi vida en un restaurante. Eramos un grupo de 9 personas con un menú acordado con el responsable del restaurante y no se cumplió lo acordado ni se nos ofrecieron alternativas. Además se nos ninguneo negando que se había acordado una calidad y un menú, que luego no se sirvió. El trato fue pésimo y creo que quien no domina el trato al cliente, no debería regentar un restaurante. El local esta bien, pero sin calefacción adecuada. Un desastre.

Creo que la mejor opinión que puede tener la gente sobre este restaurante es dejándose llevar a este rincón a descubrir y saborear sus exquisitos platos que son de lo mas cuidado que he conocido, y dejarse mimar por el trato tan especial y cariñoso que te ofrece el personal que hay en el. Edi un joven camarero es la persona mas amable y cariñosa que he conocido. Ir a conocerlo no lo lamentaréis.

Conozco al Dueño y no es como le quieren hacer parecer en otros comentarios, respeto lo que digan los demás pero no estoy de acuerdo ya que Boni es una persona coherente y muy respetuosa, sabe tratar a sus clientes y los cuida con mucha amabilidad y cariño, así que cada vez que vamos a comer o cenar nos sentimos como en casa, Felicidades EL VIDUEÑO son lo mejorcito de Sanse

Pase por alli por casualidad con unas amigas y pasamos a tomar un aperitivo. El trato fue tan amable cariñoso y cordial que nos quedamos a comer. Comimos de maravilla un jamon excelente un bacalao superior, una carne inigualable y los postres para chuparse los dedos. Nos pareció el sitio mejor donde habíamos comido nunca con una relación calidad precio mas que aceptable. Lo recomiendo a todo el mundo, el trato

ya pase por allí, primero a tomar unas copas,y el dueño me miro con mala cara,tratándome de pobre, eso si, de aperitivo un exquisito pil pil, pero la misma cara de perro del dueño.

Otro día a cenar,cenamos muy bien, la merluza en su punto de cocción,y unos primeros muy cuidados, algo despistaditos los postres.en general no esta tan mal, pero esa persona, y siempre esa, se encargo de amargarnos la noche, como si no nos quisiera atender. Su risa tan falsa como la de algún ex presidente. Hace calor en verano, no entiendo por que no ponen al aire.