Restaurante: Enrich

Para mi gusto, un restaurante demasiado pretencioso. Se come bien, qué duda cabe, pero exageradamente caro para lo que es. Sin duda, en ese rango de precio existen en Madrid muchísimas opciones antes. Nosotros tomamos steak tartar que, sin estar en absoluto malo, no es de los mejores que he probado y atún rojo, que eso sí, estaba soberbio. Los aperitivos, hubo un poco de todo... Cosas normalitas y alguna deliciosa. A modo de curiosidad, me sigue pareciendo de mal gusto servir el steak tartar con patatas fritas... ¡americanada total! El ambiente fue un poco triste porque, a pesar de ser viernes, había unas 4 ó 5 mesas. La atención no estuvo mal. Tenían el detalle de explicar en qué consistía cada plato. En fin, un restaurante con una comida aceptable pero con un precio desproporcionado a lo que sirven. No creo que vaya a volver, salvo que alguien tenga a bien pagar mi cubierto...