Restaurante: Ginos (Princesa)

El servicio, terrible. Nos sirvieron unos linguini con pesto y, cuando trajeron el plato, no me sabía a pesto. Se lo expliqué a la camarera, fue a preguntar y le dijeron que se les había acabado el pesto. Nos habían intentado colar unos linguini sin pesto.

Es una pena, hacía años que no comía tan mal (ha superado mi experiencia en el pizza jardín de la plaza de colón y ya es decir), y encima pagando, gracias al condumio insípido que nos sirvieron. El primer plato, una ensalada caesar de pollo, que llevaba tres trocitos de pollo, uno para ti, otro para mi y otro para disimular, con queso parmesano, que imagino que sería el queso rallado y tomate, pero el tomate eran dos cucharadas de tomate triturado de bote a cada lado, os lo podéis imaginar?, a mi no me hizo falta porque lo vi... Si por lo menos hubiera tenido un sabor ligeramente agradable... Ahí no quedó la cosa, ahora venían los segundos platos. Mi acompañante eligió rissoto de queso, que se componía de arroz soso e insípido por un lado y tres o cuatro tarugos de queso de cabra demasiado fuerte repartidos toscamente por encima del arroz. Ahora viene mi plato... Spaghetti a la frutti di mare, y nuevamente insípidos, ningún sabor tenía la pasta ni los mejillones, almejas o dos o tres langostinos que habían naufragado en ese mar insípido de espaguetis y salsa de tomate. Que conste que no era la primera vez que iba a un ginos y habíamos selecciónado los platos porque los habíamos comido en otro restaurante ginos y nos habían gustado. Uno cuando va a un vips o un ginos no acude con la idea de darse un banquetazo como en un buen mesón, pero por lo menos quedar satisfecho y comer cosas sencillas pero ricas, pero este no fue el caso precisamente. Comí el menú porque mis principios me prohíben despreciar la comida y además casqué cuarenta pavos. Unos platos que cuestan añadiendo el iva, ya que no está incluido en el precio que figura en la carta, debido a que tienen esa engañosa costumbre, en torno a 10 euros la ensalada, 11 euros el rissoto y 13 euros los spaghetti es de vergüenza, invitar a alguien a comer y que te sirvan semejante porquería. Me lo pensaré dos o más veces antes de volver a un ginos, desde luego, a éste de la plaza de los cubos(plaza de España) no vuelvo ni loco.