Restaurante: Igeretxe

Este pasado 11. 05. 2013 hemos celebrado la comunión de mi hija en el hotel restaurante igeretxe. La experiencia ha sido pésima. Cogimos un menú medio-alto y lo mejoramos con algún cambio (56 euros + IVA sin contar cafés, cava y copas). La responsable que nos atendió nos comentó que íbamos a “quedar encantados” ya que hacía año y algo que otra gerencia había empezado a gestionar el hotel y querían ir cogiendo clientela. Celebramos el evento en una de las galerías que dan al mar (bien decoradas, pero se pasa mucho calor con un buen día o metidos en la época estival). Entrantes: jamón corriente, foie bueno, croquetas malas. Un plato a compartir para cada 4 personas (no estuvimos atentos a la cantidad pero nos dio la sensación que faltaban platos por comensales. Más tarde nos lo confirman otros padres que celebraron un fin de semana anterior otra comunión, ya que a ellos también no les sirven la cantidad estipulada). Bacalao a la vizcaina (contratada ración completa). Nos sirven menos de la mitad de una ración y todos y cada uno de los 30 platos fríos, con una salsa escasa y sin ningún elemento más en el plato. Fatal. Solomillo “sin vestir” ni con alguna patata o verduras, con una especie de salsa de patatas y también frío (en todos los comensales). De estos platos nos habían comentado que preguntarían en la mesa a ver si queríamos repetir, pero eso no se produce. Postre: tarta de queso diminuta (una especie de masa malísima de flan) con una bola de helado vulgar. Vinos: contratados tinto, rosado y blanco. Solo sacan a la mesa botellas de tinto. El menú de los niños (25 euros + iva) de risa. El plato principal un solomillo para la muñeca barbie para que nos hagamos una idea del tamaño. De vergüenza. A medida que hemos ido hablando con otros padres que han celebrado ahí bodas o comuniones, más de lo mismo. Mal, mal, mal y nadie te quita el disgusto.

El pasado día 5 de septiembre fuimos mi marido, mi madre y yo, al restaurante Igeretxe, queríamos comer fuera. Después de sentarnos a la mesa, esperamos un tiempo prudencial, el camarero entraba y salía pero parece que no reparó en nosotros. Llegó una señora poco después a la que tomó nota inmediatamente y le preparó la mesa, en cuanto terminó de atender a la señora aproveché para decirle que en cuanto le fuera posible nos retirase los vasos que teníamos en la mesa de unos clientes anteriores y nos tomase nota, asintió con la cabeza sin mirarme y se marchó. Entraba y salía constantemente, una de las veces solo para recoger vasos de otra mesa, otra para sacar un plato y volver a entrar para sacar otro único plato sin aprovechar el viaje para tomarnos nota después ya de un largo rato de espera. Llamé a otro camarero que andaba sacando manteles y bandejas de pan a la terraza y se hizo el loco, cuando insistí en un lenguaje un poco difuso nos dijo que el estaba solamente para la barra, lo curioso es que no dejaba de sacar platos a la terraza. El primer camarero volvió a tomar nota a otros clientes que llegaron más tarde, entré en el restaurante para decirle al responsable que nos mandara a alguien solo para tomarnos nota sin entrar en más detalles y con bastante indiferencia me dice que enseguida saldría la camarera que estaba en el comedor interior. Por fin nos pone la mesa el camarero malos modos, y vasos sucios, obviamente nos marchamos.

El día del padre 19 de marzo del 2010 nos estafaron en este restaurante con una comida mal elaborada, fría y carísima(37,oo por persona más iva)no recomiendo que vaya nadie y desde luego nosotros jamás entraremos allí ni de juego. No sirven ni los cocineros y menos las chicas que atienden que no tienen idea que es una gastronomía y una atención al cliente. Delante de nosotros, se levantaron dos parejas por la mala atención y la tardanza, pésima elección para celebrar este bonito día. No hay derecho a servir en un restaurante de lujo, a precio de lujo, una comida de un menú del día corriente y malo. Gastamos 145 euros por comer a disgusto y nos hemos tardado 3 horas y media

Servicio pésimo. Fuimos 8 personas a menú de fin de semana. A pesar de que el comedor estaba medio vacío, nos tardaron en sacar 1 hora y media los 3 entremeses (fritos, revuelto y bacalao, nada elaborado... ) nos sacaron el postre cuando ya llevábamos 3 horas y media y encima ya no quedaba ni el del menú. Detalles feos: pedir 3 veces la sal y tener que levantarte la final a buscarla, no nos dieron ni explicaciones ni pidieron perdón. En resumen, no volvería.

Unos amigos y yo fuimos a cenar a este restaurante, nos sirvieron,un trozo de chorizo frito, un trozo de morcilla frita, una brocheta de pulpo duro, un langostino rebozado, y una almondiga medio rancia,como lo leeis todo por unidad, si, y nos salio a 24 euros por barba, menudo robo, ,y luego dicen que tiene fama de comer bien, me rio yo de lo que entienden esta gentuza por comer ,que solo piensan en sacarte la pasta y largarte pronto....