Restaurante: Iríbar

Estuvimos mi pareja y yo celebrando el aniversario de boda, la comida estaba buenísima, el ambiente agradable y el servicio muy atento tanto dueña como camareras.

Esta tarde estuvimos comiendo en el restaurante iribar de getaria, el ambiente es bueno, sus camareras amables y su dueña, simpática nos dejo un vino de año de rioja, ya que no tenia media botella, comimos genial, ensalada templada de pulpo con almejas, pimientos rellenos de chipiron, pa chupare los dedos,gambas a la plancha, carrilladas, y solomillo de buey con pimientos de piquillo, asado en su parrilla y fileteado en trozos aptimos, delicius, su postre yogur de leche con miel y chacolí, junto al mus de trufa con naranja amarga.. En resumen buenísimooooooo, repetiremos pronto

Decepcionante. He preparado con ilusión una comida familiar en el restaurante iribar de getaria con menú fijo. Los entrantes escasos y vulgares, el rodaballo a la parrilla correcto, la carne muy bien y el postre una auténtica bazofia. Hemos pedido un menú infantil para dos niños y nos han servido un chuletón de un kilo a precio de oro. Al pagar la cuenta me he sentido como un auténtico guiri en un restaurante de Benidorm. No recomendable.

Fui muchas veces encantada pero últimamente me está decepcionando un poco. ¿¿Por qué?? Porque los últimos rodaballos que hemos comido no estaban a la altura, no solo por su calidad si no porque lo trajeron frío. El precio del whisky(12 años)me pareció desmedido. Espero que sea solo un momento, y en la siguiente ocasión pueda volver a tener una buenísima opinión, como antes.

Llevo comiendo ocasionalmente en Iribar desde hace más de treinta años. Como visito la zona como turista voy frecuentemente a restaurantes a almorzar o a cenar y puedo asegurar que iribar tiene muy posiblemente la mejor relación calidad/precio de toda la zona, incluidos Tolosa, Bergara, San Sebastián (parte vieja, ategorrieta, igueldo), Oyarzun, Orio, Zarauz, Fuenterrabía y la zona francesa próxima de Hendaya, San juan de luz, Biarritz y Bayona.

Predomina el pescado para el que también hay platos a la parrilla, como el bonito, etc. La cocina tradicional carece de los 'trucos' de la cocina moderna y por ello, las almejas a la marinera son ejemplares, el rodaballo, apoteósico y la merluza, el mero (cuando queda), el lenguado y la lubina pueden tomarse de varias formas, sin perder nada de su calidad. También puedo recomendar los chipirones, sean a la romana, como en su tinta. Me gustan menos al estilo de Pelayo (barrio de Zarautz), aunque reconozco que los hacen igual de bien que los otros.

El restaurante es bastante pequeño y acogedor, por lo que es recomendable reservar antes de ir. El trato es excelente porque la dueña es muy simpática y todos se desviven por lograr que pases un rato agradable. El único inconveniente es que hay que estacionar el coche en el puerto y subir hasta la calle mayor, pero puede aprovecharse para subir un poco más, hasta cruzar el arco que pasa por debajo de la hermosísima parroquia gótica de Getaria, que vale la pena ver.