Restaurante: José Mari

Hola: este verano hemos pasado una noche en el restaurante José mari. Aunque estábamos haciendo el camino de santiago cenamos a la carta que para eso estamos de vacaciones. El servicio perfecto, trato amable y familiar (nada de hacer la pelota como en otros sitos que los camareros parece que estén actuando) comimos almejas la plancha( las mejores que he probado nunca), ensalada templada y solomillo al foie todo para compartir y todo perfecto. De postre tomamos Valenciano y arroz con leche casero. Buenisimo. Calidad precio buena. La habitación en la que dormimos también estaba bien limpia nueva y con baño. Además hacen precio especial para peregrinos. Lo recomiendo

He leído alguna opinión que critica el servicio de este restaurante. Nosotros fuimos a cenar sin conocer nada, preguntando a uno del pueblo en la calle. Estábamos hospedados en el parador de Argómaniz pero nos gusta conocer otros sitios de la zona para comer. Salimos encantados y volvimos la noche siguiente. La cocina es estupenda, todo productos buenos y frescos y con una elaboración casera exquisita. Los propietarios de lo más amables. Gente sencilla y con un trato familiar. Sin conocernos de nada, se volcaron en agradarnos y hasta nos invitaron a un aperitivo de unas setas que acababan de coger. Claro que a nosotros nos gusta ir por los sitios hablando con las personas que nos encontramos y procurando tener un trato agradable, no esperamos sólo que nos "sirvan" como parece que les pasa a algunos que se quejan del mal servicio. Sobre todo, cuando comemos lo que más nos gusta es que la comida esté bien hecha y con buena materia prima y en eso el "Jose Mari" es de lo mejor.