Restaurante: La Cantera

El local es fantástico a pesar de estar en un simple polígono industrial. La comida bastante mejorable, y el servicio lamentable. El que parece ser el 'jefe de sala', un hombre de unos 50 años, es una persona que carece de profesionalidad por completo. Comportamiento como un bar de carretera, sin formas, y sin educación ninguna, deplorable.

Hemos ido muchas veces a la cantera, siempre en plan familiar, durante estos últimos 6 años. El trato siempre ha sido exquisito y el maitre siempre ha sido muy amable y cercano. La carne y el pescado muy buenos, de los mejores sitios donde he comido el solomillo a la plancha. La relación calidad-precio es buena, yo prefiero pagar 20 euros por un solomillo de buena calidad y bien hecho, como a mí me gusta, que 16 euros en otro sitio y que me lo sirvan seco. La única pega que tiene es la falta de ascensor para salvar los dos tramos de escaleras, que imposibilita que vayan invalidos o gente muy mayor.

Celebramos la comunión de mi hija este fin de semana, elegimos el menú especial del fin de semana. Pedimos 20 menús pero nos cobraron las bebidas ( cantidades que no pusieron ) y 5 botellas grandes de agua. A pesar de que las bebidas están incluidas en el menú. A la salida se lo comente al responsable y nos devolvieron las supuestas bebidas pero no todas, ya que solo me devolvieron las que yo reclame exactamente. Es decir caseras y algún refresco. Las botellas de agua como no especifique al reclamar, pues a pesar que revisaron la nota. Nos la colaron. La comida fue en gran cantidad y buena. Pero no soporto que en grandes eventos intenten colar un "extra" para el restaurante, me parece muy poco profesional. Por que no han perdido a un cliente sino a las 25 personas que asistimos.

Estuvimos en la navidad del 2012 y tenían unos menús de grupos muy interesantes y de buena calidad, repetimos en la navidad del 2013 y al reservar decían que jamás habían puesto esos menús de grupos (ya empezamos mal) y después de realizar la reserva semanas antes cuando estábamos en la mesa sentados 20 personas nos querían cambiar lo que teníamos elegido por algo bastante más caro. Después de insistir y pedir que nos pusiera lo que teníamos reservado nos sirvió con unos platos pésimos y de bajísima calidad, yo pedí secreto ibérico y parecía pancita recalentada, los entrantes eran malísimos. Los postres para salir corriendo. No lo recomiendo bajo ningún concepto, debe ser el peor restaurante que recuerdo en bastante tiempo.

Precios carísimos para la comida que sirven, no son carnes de buena calidad, los entrantes escasos y recalentados, los postres dejan mucho que desear y es una bodega y no ofrecen carta de vinos.