Restaurante: La Carasca

Un lugar bonito, pero relación calidad-precio un poco excesivo. Fuera de carta, 3 personas 85 euros. 1 entrada para los tres, 2 cachopos ( demasiado crudos y caros) y una ración de pitu caleya. ( nada abundante). Vino de la casa y gaseosa. La atención fue buena pero muy lenta, se le juntó mucha gente en un momento y todo iba lento. Solo 2 camareros para los dos salones. Lo que comimos no era para pagar 85 euros.

Un estupendo restaurante, con dos salones preciosos donde se come muy a gusto. Con un jardín terraza muy agradable. Al servicio del comedor un chico eficiente, atento y amable. Y la comida (fuimos dos personas) la encontramos realmente excepcional. De lo mejor que hemos probado. Decir esto en Asturias es difícil, y más siendo platos bastante habituales, pero es que fue así: de primeros una ensalada mixta (crujiente, sabrosa, generosa) y una fabada impresionante (de las mejores que hemos probado: melosa, de sabor intenso, alubia buenísima). Y un único segundo: unos escalopines al queso casín (suaves, agradables, buenísimos). El postre, un requesón (recomendado por el camarero y con razón) fue una sorpresa: original, suave y sabroso a la vez, mejor que unas natillas. El vino de la casa muy bueno y los cafés excelentes. Todo (de carta) por 42 euros. Rematamos la comida con dos cremás de orujo degustadas lentamente... En su terraza-jardín. Una gozada. Un sitio de 10, realmente.

Estuvimos durante las jornadas gastronómicas en el mes de diciembre y nuestra sorpresa fue mayúscula, lugar con encanto natural, comida sobresaliente, servicio excepcional, ambiente acogedor, para repetir.