opiniones sobre el Restaurante La Casa del Reloj

Mi experiencia fue pésima. Muy mala relación precio calidad. Fuimos dos personas a comer, el sábado pasado, el famoso asado y un desastre, tanto el servicio, tardaron mucho tiempo en servir cada plato, como las preparaciones. Los pimientos rellenos secos, el lechazo recalentado y casi quemado, y el postre sin ningún tipo de gracias. 100 euros la comida y todo un desastre. ¡qué vergüenza!

Tras recordar la cdr como uno de los mejores y emblemáticos restaurantes del mar menor la decepción ha sido mayúscula, el servicio regular y lo entrañable del lugar un fiasco, se ha convertido en un lugar al por mayor de 300 cenas la noche, donde se aprovecha el último rincón para obtener rentabilidad. La decoración ha pasado de tener objetos de época sxix a comprar leones, cañones, relojes, etc,... En los todo a 100, que por cierto por aquí proliferan. Vamos que para no volver y elegir cualquier otra opción mas familiar. No recomendable si buscas nivel, servicio y calidad.

Todavía estoy impresionada con todo lo que vi....... Pasamos unas horas con la persona que amo más que mi vida y doy las gracias por este oportunidad disfrutar y vivir los momentos maravillosos en casa del reloj.....

Como en casa!!! Todo de película... El piano... Los San francisco... Las almejas... Los postres..... El vino.... La armadura... El camarero Miguel... El rodaballo.... Los wc. La maquina de cepillos de dientes. .. Pero al cocinero le falta un curso de fotografía...

El sitio está bien y era un sitio del que me gustaba mucho ir pero la última vez fue penoso la camarera que nos atendió no lo pudo hacer peor y la relación calidad precio ni os lo cuento. En fin que fui para quedar bien con unos amigos y no pude quedar peor
no lo recomiendo `para nada hay calidad y precio.

Aunque he ido varias veces, he de decir que ya no volveré jamás. En junio 2008, tras elegir uno de sus menús, el vino tinto que venía con dicho menú, estaba a unos 25º ( sin exagerar nada ). Tras decírselo al camarero, este nos trajo un enfriador que por supuesto a los 5 minutos no había hecho absolutamente nada. Cuando se lo volvimos a decir al camarero, este nos dijo que no podía hacer nada más pero que el problema había sido que habían dejado unas cuantas cajas de vino al sol, durante toda la tarde. Increíble, tienen la geta de decirte eso y no quieren cambiarte una mísera botella de vino. Al fina tras una ligera discusión nos cambiaron el vino. Total que un restaurante de precio medio, unos 50 euros por persona y tienen esa poca vergüenza. Sin embargo lo mejor viene este mes de julio de 2009 cuando suponiendo que lo del año anterior había sido un desafortunado incidente, vamos a cenar y el problema del vino, se repite ahora con el agua ( porque según ellos, la cámaras no funcionan bien ). A todo esto pedimos unas alcachofas rellenas y unos hojaldres de queso como entrantes y aunque éramos 4 personas, resulta que en cada ración ( de 16/18 eur ) sólo vienen dos piezas. Se te queda un poco cara de tonto, pero es lo que has pedido y ya está. Sin embargo cuando hablamos con unos amigos días más tarde, nos comentan que ellos habían ido en junio y que las raciones contenían 4 piezas. Increíble, ahora resulta que según los meses lo platos mengüan, el agua y vino habitualmente en verano, les gusta ponerlo a temperatura ambiente ( para no pillar resfriados... ). Resumiendo, que la comida es bastante buena pero el servicio deja muchísimo que desear para un restaurante que se le supone un cierto nivel. Recomendación: probad otros restaurantes que por el mismo precio los hay bastante mejores. Un saludo,

A mi marido y a mí no nos gusto nada. Primero nos hicieron cambiar de mesa 4 veces, que si nuestra mesa estaba reservada, luego que no lo estaba, luego que si, luego otra vez que no,... a punto ya de levantarnos y marcharnos. Después la cocina deja mucho que desear. Alcachofas con foie: el foie como que no lo vi y las alcachofas de bote. Un asco. Pimientos del piquillo rellenos de bacalao, los pimientos de bote también y el relleno era una masa con sabor a cualquier cosa menos a bacalao. Un asco. Lubina al hojaldre, era como comerse una paella de marisco, el hojaldre duro y la lubina mas todavia y con sabor a paella, un asco. Luego hay que decir que todos los platos estaban recalentados y encima frios, todos fríos. La comida y el servicio un cero patatero. Pagar y llorar, vamos, un restaurante caro y asqueroso

El restaurante tiene un ambiente muy agradable al que se le une el gusto en la decoracion a mi me encanto fue una velada inolvidable

Es un lugar, para mi gusto "especial" donde se pude disfrutar de la comida mediterranea ( en mi caso fue así, en especial el arroz y la gamba roja a la plancha) con un servicio esmerado, resumiendo
un lugar con historia añadida y encanto, donde se quiere volver.

Me encanto el lugar, donde se respira historia, una morcilla de burgos sobre tomate confitado excelente, y una carne a la piedra espectacular, el postre no lo puedo calificar porque no me quedo ni un hueco. Ideal para cenas de pareja o comidas de negocios.
Lo recomiendo.

Mi consejo es que no piséis la casa del reloj, lo único que merece la pena es ver el sitio, pero para eso basta con que te tomes un café. servicio malisimo, comida mala y caro, lo que hace una relación calidad-precio horrible. sales habiendo comido mal y con cara de imbécil, porque pides jamón ibérico y te colocan un jamón de lo mas vulgar y que tienen cortado del día anterior, preguntas que tienen de marisco fresco y te dicen 3 o 4 cosas, nosotros pedimos quisquilla y media docena de cigalas, no se cual de las dos cosas estaba peor, desde luego congeladas pero ademas de mala calidad, y peor todavía cuando te cobran por un plato de quisquilla y media docena de cigalas 117 €, siendo de mala calidad, si fuese bueno lo pagas agusto esto y mas, pero te engañan diciendo que es fresco y es congelado y una porquería. el plato fuerte dijimos que no lo trajesen porque tardaban tanto que se nos quito el hambre, pero bien que nos lo cobraron. Resumiendo, no vayáis, ni mucho menos si tenéis que quedar bien con alguien con la comida, porque es fiasco seguro. o quizá el que no sabe comer sale contento porque no sabe lo que le ponen ni conoce lo que es un servicio no digamos bueno, sino decente.