Restaurante: La Chimenea

Estuvimos en este mes, por vacaciones, mi hija y mi yerno que lo conocían; mis croquetas gustan mucho a todos y nos llevaron para que probara las de la chimenea, me encantaron (enormes croquetones de jamón, de chorizo con huevo y de queso) difícil decisión decir cúal es la mejor. El cocido, los jueves, muy, muy rico. El trato muy bien, la espera para sentarnos normal. El precio correcto y acorde con lo bueno que estaba todo. Repetiré cada vez que vuelva de vacaciones a toledo, no me importará recorrer km para comer cocido y croquetas. Lo recomiendo.

Hola estuve comiendo con unos amigos y todo empezó muy bien, buen trato, buen servicio, buena comida. Cuando llego la carne estaba tan buena que la comí con tantas ganas que un trozo grande se me atragantó y me quede sin respiración. Quiero agradecer desde aquí a la cocinera (hija del dueño) su rápida intervención. Todo quedo en un susto al final y pudimos terminar de disfrutar de la velada. De verdad, mi familia y yo te damos las gracias.

Se come muy bien y estar al lado de la chimenea en invierno es una delicia, pero siempre te hacen esperar para sentarte. La última vez que estuvimos, con mesa reservada, nos hicieron esperar 1 hora. Por este motivo no hemos vuelto. Es una pena!

Comida buena y a buen precio... Pero!... En mi vida me han mostrado una falta de respeto como en este establecimiento. Si nací en Inglaterra, pero soy de pura sangre Española y Canaria. Parece ser que al tener acento el cliente se le puede tratar de una manera imperdonable. Al cobrarnos la factura el camarero no devolvió el cambio – esperamos unos 5 minutos (con una barra con pocos clientes) para ver si lo devolvía con el ticket – nada. Al final mi mujer le pidió el ticket – lo devolvió pero se quedo con el cambio en el plato al lado de la caja registradora – le miramos directamente al ojo, y al final, sin pasar palabra entre los dos, nos trajo el cambio – y le dejamos el cambio integro, como era nuestra intención. Esto no es los estados unidos – aquí el cliente deja propina si quiere y le parece bien, y si el servicio se lo ha merecido. El dinero es lo de menos – el trato del cliente es todo. El ticket y el cambio devuelto al cliente – el cliente se va, dejando el cambio, eso ya es la propina – de ninguna manera debe el empleado suponer que la propina es suya por las buenas. Nos hemos quedado indignados. Añado para dejar claro, que no estoy quejando por quejar, y que no entiendo del tema... Mi padre fue director de hotel toda su vida (siendo durante una temporada director general del don carlos, Marbella), he pasado toda mi vida en hoteles y restaurantes, y nunca he visto algo parecido. Por pasar de listo uno de sus empleados, este restaurante, de buena fama, no tiene la menor

A La Chimenea, iba con mis padres cuando era joven, luego cuando tuve medios, seguí yendo por mi cuenta, ahora voy con mi mujer y mis hijos. Esto demuestra la atención por parte del personal y por supuesto la calidad de los productos que elaboran en La Chimenea. Creo que no hay un restaurante en toda la comunidad de Madrid, que preparen las carnes a la brasa como en La Chimenea, las croquetas de jamón o de queso, son inigualables y además siempre están igual gracias.