Decepción total, estuvimos 12 amigos, menú noche 45 €, entrantes muy, muy flojos tartar de salmón insulso y cuatro hojitas de lechugas acompañando la tristeza,ufff, tataki de atún, supersalado, pipetas de aceite para aliñar y más tristeza, pochas también saladas, y demasiado fuertes, la sutileza de unas buenas pochas sacrificada en aras del cochinillo.... Pero sobre todo, la sensación de ser todo sin esmero, puro tramite... De segundo presa de cerdo ibérico, trinxat de borraja y su teja, en general estaba correcto, algo escaso y como no "salado". Los tres postres en de gustación a cual más basto, probar y dejarlos... Capitulo aparte para el vino, hasta tres veces tuvimos que cambiar de vino, por no poder seguir con el mismo, ya que no tenían más en bodega.. Al final, sin copas ni nada... 65€ por cabeza y ni un mísero detalle... Decepción y tristeza por alguien que hace su trabajo con tanta desidia... Fatal, lástima, con lo que me gustan sus pinchos.