Restaurante: La Compañía

Estuvimos en Semana Santa y nos encanto el servicio maravilloso y los huevos con foie exquisitos muy recomendable.

Quiero dejar mi opinión sobre este establecimiento por si alguien toma la misma decisión que tome yo el sábado pasado de ir a cenar a este restaurante. Llegamos a las 22:30 hora a la que teníamos reservada la mesa, intentamos hablar con algún camarero para que nos sienten, pero nada nos dicen que esperemos (preguntamos a 2 ambas extranjeras que nos nos hacen ni caso), cuando por fin al cabo de más de 15 minutos esperando como pasmarotes, se digna a venir la camarera que se supone que se encarga y nos dice que ahora está con nosotros, otros 10 minutos de espera. Cuando por fin está con nosotros, no había mesa reservada, nos sienta en una para 8, que ni se digna en acabar de quitar los cubiertos sobrantes, nos pone en el centro de esa mesa donde estaba la intersección entre dos manteles. Tengo que decir que el restaurante es muy pequeño, los techos super bajos, hay mucho ruido no puedes ni hablar con tu pareja, el aire acondicionado está muy fuerte, ya te puedes abrigar. El servicio pésimo, desde que nos sentamos hasta que nos traen la carta pasa mucho tiempo y así entre plato y plato, te empiezan a tomar nota y se van te dejan a medias. La comida tengo que decir que no nos gustó, pedimos un plato para compartir y luego un segundo cada uno y pagamos 80 €. Es la típica tasquilla-cutre pero con precios de un restaurante de lujo. Si no queréis tirar vuestro dinero ni se os ocurra ir. Nada recomendable.