opiniones sobre el Restaurante La Dama de Barro

Resumen: 2 adultos y 2 niños (13 y 15 años) 2 tapas de morcilla... Muy delgadas y sosas 1 ración de chorizo para 4... Pasable aunque algún lado sabía a quemado 2 raciones de costilla de cerdo... Habíamos pedido 1 pero en la cuenta aparecían 2. Todo palo y poca carne bastante quemada. 1 ración de lo que llaman ellos churrasco de ternera... Todo grasa y la parte escasa de carne muy seca 1 ración de alitas de pollo... No les gustó ni a los niños. 1 ensalada de tomate que pedimos para que el chaval pequeño cenara algo... Bastante buen sabor aunque el aliño lo hicimos nosotros, claro 1 botella de agua grande 1 jarra de cerveza de 50 cl. 1 café descafeinado de sobre pan todo: 44,50 euros en general... Muy caro para la calidad de lo que dan. En la barra del establecimiento no dejaba de oirse cómo discutían entre varios encargados del local. Veníamos de oporto dirección a vizcaya y paramos a cenar en el perdigon pero fue una pena de experiencia. En portugal habíamos comido muchísimo mejor por menos dinero... Pero que mucho mejor. Puntuación a esta bodega: un 3 sobre 10 no volveré. Os recomiendo buscar otro sitio

Pides algo y te cobra lo que el quiere. Por ejemplo te comes un chorizo y te cobra dos porque según ellos era doble.

Hemos venido a cenar yo y mi pareja, la verdad una gran sorpresa, un sitio con mucho encanto, trato como en casa, cenamos un chorizo, morcilla, pimiento verde, media ración de queso, un vino y un kalimotxillo por 7 euros!! Repetiremos sin duda.

Como decirlo sin herir sensibilidades. No vayas. El sitio un olor insoportable a sucio, los platos que teníamos antes de comer, sucios y grasientos. Fuimos al baño y estaba sucio(por acabar rápido). Un aspecto dejado. La comida no me gusto, la carne dura,un chorizo insípido, el camarero un olor a tabaco que echa para atrás. No me gusto nada el sitio, ni la comida. Muy barato, eso si, pero no te merece la pena. Y tras expresarme, me pregunto. Sanidad ¿ya no trabajas?

Una m., costillas sin carne, panceta quemada, patatas llenas de aceite, chorizo como salchicha y muy sucio, sin adecentar

Para entrar hay que bajar a las profundidades. Tiene dos entradas, la típica con escalones irregulares y otra que parece de nueva construcción y más regular y segura, recomiendo entrar por la primera y salir por la moderna, sobre todo si se está perjudicado por la bebida. Dentro las instalaciones y mobiliario son los tradicionales, mejorables pero reflejo de su época. La atención fue muy buena, salvo la espera que está justificada porque tienen que preparar los platos. Tomamos costillas a la brasa de cerdo, ricas, ricas y chuletillas de cordero que también estaban muy buenas. En resumen abundante y bien preparado acompañado de muy buen pan. El vino de la casa, en una jarra, es muy mejorable en cuanto a la calidad y a lo cabezón. Nosotros lo mejoramos con gaseosa. Luego invitación a chupitos..... Y precio muy razonable

Típica bodega comida bien pero chorizo de baja calidad la morcilla te la sirven como si fuera oro: escasisima tardan mucho en el servicio entre platos muy mal que dejen fumar

Ya he ido varias veces a dicha bodega, amén de otras varias de El Perdigón y la verdad es que todo está buenísimo. Buena carne, acompañada de unos buenos pimientos asados y con ese vino suave que te sirven en jarras... para que decir más. Este puente cenamos 6 personas y pagamos alrededor de 46 €, vamos una pasada. Por cierto, la salsa lleva vino blanco, perejil, mostaza, aceite, vinagre y sal.

Este verano estuve en esta bodega y me encanto la verdad, este tipo de sitios para gente que le gusta comer carne es ideal y como dice la compañera te pones las botas y por poquito dinero. Esa salsita que dices lleva limón me parece y esta rica rica jejeje

Me encanta cada vez que voy al Perdigon bajo a esta bodega porque el trato es muy agradable, la comida se sale con esa salsa amarilla que echan a las costillas que esta buenisima y encima luego te invitan a un chupito, se la recomiendo a todo el mundo que quiera comer bien y disfrutar de un ambiente acogedor y perdigonés