Restaurante: La Espiga de Oro

Restaurante en Alcobendas
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  • Paseo Chopera, 337
    Alcobendas, Madrid 28100
    España
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acerca del Restaurante La Espiga de Oro

Restaurante La Espiga de Oro

Restaurante con horno de leña. Esp. en asados de cordero, cochinillo, cabrito etc. De L a V. menú diario casero y a la carta. Obrador de pan de todas las clases. Pastelería selecta

Instalaciones y servicios del Restaurante La Espiga de Oro

  • local no fumadores

clasificación del Restaurante La Espiga de Oro

Categoria(s) donde figura el Restaurante La Espiga de Oro:

ubicación del Restaurante La Espiga de Oro

Paseo Chopera, 337
Alcobendas, Madrid 28100
España

 

opiniones sobre el Restaurante La Espiga de Oro

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estrella sanz herranz
madrid
valoración global
8 de 10
plan
de negocios
decoración / ambiente
8 de 10
servicio
8 de 10
comida
8 de 10
calidad / precio
8 de 10

Buena relación calidad precio, espacio cómodo y facilidad para aparcar. Estupendo el pan, elaboración propia

Publicado el 12/12/2014.
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sinceramente

acabo de llegar de tomar un café con una amiga y el respeto ha faltado en todo su ambiente. somos clientes habituales, ya que vivimos cerca y normalmente vamos a tomar café aquí. pocas veces nos han tratado bien, el dueño siempre ha sido muy poco agradable, y vamos gracias a su subordinado, que es un trabajador y siempre nos atiende con una sonrisa. pero lo que nos ha pasado hoy ha sido la gota... primero, nos sentamos en la terraza y nadie ha salido a atendernos, hemos entrado a pedir y hemos tenido que llevarnos lo pedido nosotras mismas a la mesa de la terraza. tras estar un tiempo, llegó la hora de pagar y vuelta otra vez, hemos tenido que levantarnos nosotras y acercarnos a la barra del bar para pagar. cualquier persona pensaría que el trabajo que debía haber hecho el camarero, no lo ha hecho y por lo tanto no nos deberían cobrar por estar sentadas en la terraza, ¿no? pues, efectivamente, nos han cobrado por ello, 2'80 euros por dos cafés... por supuesto, le hemos recriminado lo ocurrido y el dueño, tan simpático como siempre, nos ha contestado con muchísimo desprecio que pagásemos y nos fuésemos. me hubiera gustado pedirle la carta de reclamaciones y de hablarle como él nos ha hablado, con ese maravilloso respeto que siempre nos ha tenido, pero somos más educadas y por lo menos, ya sé dónde jamás volveré. que sirva para todas aquellas personas que están interesadas en ir a este lugar, quizá tenga suerte pero yo ya no me arriesgo a que me traten así. ¡es increíble!

Publicado el 06/09/2007.
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respuestas
¿que qué?
¿que qué?

La verdad, ¿qué se espera Ud.? El trato de superioridad parece la norma en muchos establecimientos de este país, la falta de personal y la antipatía de la clientela suele hacer que los empleados y jefes estén hartos de servir casi como esclavos a unos clientes que se creen que tienen todo el derecho de tratar hacia abajo a los mismos. Es una espiral de odio: el cliente trata mal al camarero una vez y entonces el camarero trata mal al siguiente cliente; este cliente y este camarero ya tienen la chispa de odio para sembrar sucesivamente a los demás.

No se sorprenda, la sola existencia de algo tan hostil como una hoja de reclamaciones en el mismo local hace que se desee tener el menor número de clientes posible: cuantos menos clientes tantas menos reclamaciones en potencia.

Un saludo.

Publicado el 21/09/2008.