opiniones sobre el Restaurante La Hermandad de Pescadores

Ya lo conocía desde hace años, pero hacia tiempo que no iba. No me sorprendió porque siempre respondio a mis expectativas, de tal forma que hicimos el viaje desde Oviedo a San Sebastián con el fin de pasar dos días en esa maravillosa tierra y comer en la hermandad de pescadores. Recomiendo vivamente el excelente besugo, y el mero.... Maravillosos... El servicio muy educado y a la vez cariñoso y familiar... La bodega estupenda, y el precio de acorde con la comida y el servicio. Volveremos en cuanto podamos.

Fuimos la semana pasada y estaba lleno el comedor por lo que nos asentaron en una mesa corrida. Nada que objetar, mantel y servilleta de tela y un servicio impecable por parte de sus camareras. Te limpían el pescado y te lo sirven que da gusto. No es barato pero la relación calidad/precio es muy acertada. Materias primas insuperables. Volveremos.

Excelente comida, muy buen servicio, la materia prima es muy buena, las cantidades servidas son correctas, los vinos son correctos, quizás poca variedad en los postres. El precio puede ser un poco alto, pero vale la pena.

Excelente la calidad de la materia prima. La sopa de pescado sigue siendo espectacular. Los pescados son de primerísima calidad. Los precios ya no tanto, pero creo que merece la pena

Sólo un consejo a quienes quieran ir a probar su famosa sopa de pescado. Han de reservar, y que sea en el comedor, donde seguro que les tratan como a reyes. Si por desgracia acaban comiendo en las mesas compartidas corren el riesgo de tener una desagradable experiencia. No serían los primeros en ser tratados como clientes de segunda y en echarles del restaurante sin postre y/o café para dejar sitio al siguiente turno (la pela es la pela también para los vascos). Estuve en el verano de 2012 y no pienso volver. Eso sí, la sopa de pescado estaba muy buena, casi tanto como la que hacía mi abuela.

Excelente la comida y el servicio. Totalmente recomendable. No es barato pero la relación calidad-precio es la adecuada.

Es un lugar céntrico, el servicio excelente y la comida deliciosa. Tanto la carne como el pescado estuvieron fantásticos.

Excelente en todos los sentidos, materia prima, ambiente y trato exquisito. Las salsas de los pescados sublimes

Las instalaciones son antiguas sin ninguna pretensión con 2 dependencias una exterior junto al bar con bancos y mesas corridas y otro interior con menos ruido y mesas con sillas para 4-5 personas. La atención por parte del personal es en todo momento muy atenta. La comida en nuestro caso fue de muy buena calidad destacando las almejas, la sopa de pescado, el besugo y las torrijas de postre. Para beber pedimos un vino blanco (albariño) que gusto a todos. En conjunto unas instalaciones sin ninguna pretensión con un trato muy agradable y una calidad en la comida (pescado) excelente que hace muy aconsejable su recomendación para visitarlo

La reserva del restaurante ok, y es un restaurante de muy buena calidad y precio correctísimo. La atención muy profesional y amabilidad absoluta. Es un restaurante para recomendar a los amantes del buen pescado. Nosotros comimos una sopa de pescado extraordinaria y un cogote de merluza para volar al cielo.

Estuvimos en él el sábado 10-12-11. Valoración: ambiente agradable de taberna de puerto de pescadores, sin grandes lujos, donde prima la buena calidad de la materia prima, elaboración sencilla pero bien resuelta, trato cercano y atento, un 10 para la camarera que nos atendió (como queríamos probar varios platos nos puso menos cantidades que las que pedíamos, cosa que luego entendimos ya que las raciones son hermosas). Quizá la "mejor sopa de pescado del mundo" no es lo que más nos gustó, aún estando buena, pero todo lo que comimos francamente muy rico. Por poner un pero, la carta de postres caseros un poco escasa, eso sí, la pantxineta y sobre todo la torrija de brioche caramelizada, de "escándalo". Precio muy ajustado. Esperamos repetir. Unos del mismo Bilbao.

Memorable. En el puente del 1 de noviembre fuimos a comer a la hermandad de pescadores. Estamos habituados al pescado fresco y podemos asegurar que la calidad del que se sirve aquí es inmejorable. Los chipirones en su tinta eran perfectos, y a la plancha causan sensación. Eran productos excelentes, necesariamente pescados en su zona, elaborados sin artificio, con el aliño perfecto para realzar sabores y texturas. Lo mejor: el carpaccio de ventresca de bonito del norte que nos sirvieron con salsa tipo washabi. Sólo aquí se puede comer así. (lo debía pensar también el comensal japonés que, en solitario, degustaba la famosa sopa de pescado). El personal atendía muy bien, moviéndose en un local lleno de txikiteros a las 2 de la tarde en un ambiente popular muy agradable. Pudimos saludar al cocinero que nos explicó cómo elaboraba la ventresca que nos sirvieron. La combinación de sencillez y excelencia debe contener algo de magia que sólo los mejores cocineros saben realizar. A ver cuando podemos volver.

He comido en la hermandad más veces en los 20 años que llevo en Canarias que en los 40 que he vivido en Donosti. Sin excepción todas las veces que he comido ahí, con familia, amigos de Donosti y de otras provincias, todas todas, sin excepción, hemos degustado una comida rica, calidad, bien cocinada, raciones mas que suficiente, el personal exquisito y la cuanta barato para lo comido. Exquisito!!!!!!!!!! Paco, las palmas.

Hemos estado este fin de semana en este restaurante, el más típico de Hondarribia y hemos de decir que calidad precio es fabuloso. Comimos unas kokotxas y un mero que estaban espectaculares. Quizás debe mejorar un poco su carta de postres por lo demás un sitio muy agradable y muy curioso un placer.

Quería felicitar a este restaurante por que es el mejor restaurante en relación calidad precio, y el servicio es estupendo, y las raciones son muy generosas, muy recomendable

Hacía tiempo que no nos íbamos tan descontentos de un restaurante. La atención mala nos atendió una camarera antipática y prepotente haciéndonos sentir incómodos, relación calidad precio mala también, con unas raciones que pecaban de tacañeria, comimos aconsejados por la camarera unos besugos tres pequeñisimos para dos personas y una ración de papas que parecían de cocina de diseño por la cantidad. Encima nos dicen que que al todo le decimos que las papas no muy buenas y nos dice la camarera " pues que raro es lo que más les gusta a la gente.... Para salir corriendo. ,

Es del primer restaurante que nos levantamos sin tomar café, parece que existen 2 tipos de clientes, unos que van al comedor y otros que los sirven en mesas colectivas en el bar y la diferencia es notable. Nos lo recomendaron en un hotel de donosti y la decepción fue mayúscula por que el resto de recomendaciones fueron muy acertadas. Solo 2 detalles, solicitamos agua grande y nos dijeron que no era posible que solo botellas de 1/2 litro, al cabo de unos minutos vimos como llevaban al comedor interior una botella de agua de 1 1/2 litro. Pedimos merluza a la vasca, ración pequeña y lomo de merluza tipo congelado de frudesa, un desastre. Se distingue claramente un doble rasero en cuanto el trato al cliente, una verdadera decepción de restaurante.

Estas navidades estuve en este restaurante y comí muy bien el pescado era fresquísimo y la atención muy agradable el ambiente muy bueno y el precio también, para volver.

Este verano estuvimos recomendados por unos amigos, y de algo estamos seguros: no volveremos. La atención fue inexistente, la comida, sin más, y para que nos trajeran la cuenta 1,30h. No es broma. ¡ desastre total! Eramos 6 personas, en la mesa que nos sentaron ya había 2 personas sentadas. Le dijimos a la camarera si podía cambiarnos de mesa para estar solos y la muy.... Nos dijo, que eso era lo que había, que así era la hermandad, nos quedamos con la boca abierta, porque hay maneras de decir las cosas, para traernos la carta tardo no sé cuanto y la verdad.. La camarerita carecía de educación. Y le doy un consejo, que haga un curso de camarera. Había varias camareras, si todas eran como la nuestra pobres clientes. La nuestra era una de baja estatura y ojos azules. ¡¡¡eso si!!! Corría mucho pero no sabemos para qué. Entramos a las 2. 15h y salimos a las 6. 05h y no por que hiciéramos sobremesa. Que pasa con ese restaurante? No hay profesionales? ¡¡ una pena!!

Me parece un restaurante entrañable, el comedor peculiar pues cóm- partes mesa con gente que no conoces y acabas hablando con ellos. La calidad espectacular, el pescado fresquisímo y el trato y servicio buenísimo.

No es un sitio especialmente bonito. Me pareció algo caro, pero tengo que admitir que aunque la carta no era muy extensa el pescado estaba delicioso y los guisantes eran excelentes aunque el huevo que los acompaña estaba algo crudo. Te limpian y sirven el pescado.