opiniones sobre el Restaurante La Playa

Mucho lío a la llegada ya nos tiramos un buen rato para poder aparcar. El sitio pequeño pero acogedor - dos turnos de comida a las dos y a las tres y media nos sentamos sobre las cuatro a pesar de la cantidad de gente que todavía quedaba por sentarse. En la terraza hacía frío por el viento pero nos tocó allí y no estaba la cosa para esperar otro sitio. Nos atendieron rápido por cierto la señora encantadora muy amable y sonriente todo el tiempo. La paella de marisco muy rica de sabor pedimos una para dos pero deberíamos haber pedido algún entrante porque nos pareció que podía venir más generosa de arroz. Tomamos cafés y postre la tarta de chocolate parecía rica pero muy escasa por cierto venía caliente casi deshecha. Atención muy buena comida rica pero un poco más abundante por favor.

El restaurante la playa, es una de las mejores ofertas gastronómicas de Asturias. La calidad de sus pescados frescos del cantábrico, con una bodega bien seleccionada y con unos precios muy asequibles hacen del restaurante la playa,un paraíso inigualable. Los mariscos recién cocidos y con una relación calidad precio excepcional. El propietario, que también atiende las mesas si es necesario, te colmara de atenciones, simpático, atento..... En fin, un paraíso.

Fuimos un grupo de amigos y pedimos varios entrantes, entre ellos los calamares que estaban deliciosos, las andaricas recién hechas, y esas almejas que estaban espectaculares, comimos, el pescado al horno que tienen con sus cebollitas pochadas y sus patatinas panaderas, no tengo palabras, estaban riquísimas!, la atención espectacular, felicidades, su restaurante nos encanta y siempre volveremos.

Comimos en la terraza, con unas vistas impresionantes, pescado al horno con patatas y cebollas caramelizadas que estaban para repetir mil veces.

Quiero dejar constancia de que el arroz con bogavante que comimos fue simplemente espectacular, el mejor en muchos años, bien preparado, bien atendido y regado con una sidra familiar, enhorabuena a su cocinero. Siempre que podemos nos hacemos una escapada hasta este pueblo tan precioso y dese luego que lo recomiendo a todo el mundo, merece la pena desplazarse hasta allí. Fernando

Cunando bajas por la calle hacia el puerto y vas respirando ese ambiente de pueblin marinero de toda la vida vas encantado. Ya entras en el restaurante y es el típico chigre, en el mejor sentido de la palabra, muy cuidado y te encuentras como en casa. La atención del todo familiar te hace sentir muy a gusto. La oferta de platos de la zona (pescado) con una frescura total es superior. Y que decir de la sidra vigon, un 10 y bien trabajada, para eso son los hijos del llagarero. Los precios de acuerdo al mercado y la relación calidad/precio excelente. La verdad que da gusto venir siempre que se puede porque el éxito está garantizado.