Restaurante: La Posada de Eufrasio

A mitad de camino entre euskadi y Madrid hicimos un alto en el camino. Lerma es una villa preciosa, merece la pena venir a visitarla. Estaba abarrotada de gente, celebraban una fiesta de cervezas artesanas. Decidimos quedarnos a comer y un chico nos recomendó acercarnos hasta este asador, muy cerca, justo donde habíamos aparcado el coche. El restaurante precioso, la decoración espectacular y la comida de diez. Pedimos el menú de lechazo, cantidad perfecta y calidad insuperable. Antes de dejar este comentario he leído otros sobre este restaurante. La mayoría acordes con nuestra percepción, pero me llama la atención que los pocos que hablan mal es como si hubiesen estado en otro lugar, o es no creo que nadie haya comido paté. Todos los comensales que vimos que pidieron el mismo menú que nosotros recibieron su ración de "foie", no vimos ningún paté. Nuestros hijos comieron croquetas y chuletillas de lechazo, que les pirran. Nosotros pedimos de postre el arroz con leche casero y estaba delicioso. La camarera encantadora. Espero que nuestra opinión sea útil para todos los que tengan la oportunidad de hacer un alto en el camino en lerma. No dejéis de ir al asador posada de eufrasio. Por cierto, nos acábamos de enterar de que está recomendado por la guía michelín y no nos ha extrañado. Volveremos cada vez que viajemos a visitar a la familia.

Una vergüenza. Nada recomendable. La calidad de la comida pésima, calidad-precio pésimo, el trato bastante mejorable. Pedimos sopa castellana como entrantes y no tenían, pedimos un vino de la carta y nos trajeron otro sin consultar ni informar del precio (3€ más caro) porque no tenían, pedimos una segunda botella de agua de medio litro y nos trajeron de un litro sin consultar porque no tenían (????????????? ). Por supuesto, nos cobraron la grande. Pedimos distintas raciones y tuvimos que soportar las malas caras y las indirectas de la dueña por no pedir el menú del día (30€ por cabeza). El asado estaba recalentado, la morcilla era escasa, las croquetas congeladas, nos cobraron 15 € por una ración de setas que no tocamos ni a 3 por cabeza (éramos 5 personas) (la carta de setas no tiene precio). La decoración del restaurante era acogedora y vanguardista, pero deberían preocuparse menos por el diseño de la vajilla y más por la calidad de la comida y el servicio. No lo recomendaría a nadie. Resultado: casi 80 € por 5 raciones.

Auténtica decepción. Después de hacernos más de 200 kms de ida y otros tantos de vuelta, nos encontramos con que no habían apuntado nuestra reserva para ese día, algo que no hubiera tenido mucha repercusión sino llega a ser por el pequeño detalle porque eramos unos 50 comensales venidos desde varios puntos de España. Nos hicieron esperar bastante tiempo, los camareros desbordados, los platos venían tarde, descordinados de unas mesas a otras, la mayoría no estaban en su punto y la calidad del producto no iba acorde con el precio pagado. Por menú infantil nos cobraron 10€ consistente en un plato de macarrones con tomate, 3 croquetas (que querían regatear después de todo), agua y postre... La pasta pasada, las croquetas deshechas y los postres la mitad no se los comieron porque tardaron tanto en servirlos que los niños ya estaban en el parque jugando para no estar molestando en el restaurante. Por menú adulto nos cobraron 25€ por unos entrantes (foie, 2 rodajas de morcilla, una de chorizo) y un segundo plato (5-6 chuletas de cordero de palo, un entrocot o bacalao), bebida (agua y vino de la casa) y postre. Todo que se salío de ahí hubo que pagarlo. La factura total rondando los 1. 000€. Los hubieramos pagado gustosos si hubieramos recibido a cambio la calidad que se le presupone. En cambio salimos con la sensación que sería la última vez que iríamos a éste restaurante. Espero que mejoren en todos los aspectos porque un pueblo tan bonito no merece tener tan mal recuerdo.

Hemos pasado 4 días en posada de Eufrasio, la verdad es que todo buenísimo, los desayunos, comidas y cenas. Un lechazo como nunca lo habíamos probado, nos sorprendió el bacalao con verduras, la decoración es soberbia, parece un museo, lleno de fotos de antiguas, de todas las generaciones que han llevado. El asador, una familia buenísima tuvimos un problema y se volcaron con su ayuda. Eternamente agradecidos

Precioso, me enamore del local, las camareras superamables, el vino espectacular, el lechazo igual y un vino buenísimo, los postres caseros vamos nos vamos con una pena tremenda. No se porque opinan así, ven y compruébalo