Restaurante: La Renta

Siempre me ha gustado este restaurante y el encargado y demás personal me ha parecido intachables, amables y hasta cariñosos. Sin embargo, mi última experiencia no ha sido nada buena. Ante unas pequeñas críticas hechas de buena fe y de buenas maneras, recibí una respuesta airada y nada educada. Además, la calidad del segundo plato dejó mucho que desear, pues el entrecot que sirvieron correspondía a la falda de la pieza de lomo alto, por lo que tenía más grasa que carne (pieza cobrada al peso y, por tanto, al mismo precio la carne que la grasa), y no estaba precisamente blando. Por si no bastara, cuando dije a la camarera que el entrecot había tenido más grasa que carne, me respondió ofendida que eso tenía que haberlo dicho antes, cuando me lo sirvieron.

La comida muy buena y original. El trato bueno, cercano sin pasarse. El local es pequeño pero con encanto. Sólo le pongo una pega, no reservan, hay que ir muy pronto, si no.... La espera es larga. Calidad precio muy buena, las raciones más bien abundantes. Los postres justos, hay que probar la torrija caramelizada.

La comida es excelente. Pero como bien dice el comentario anterior, el restaurante suele estar muy lleno de gente y como no te quedes esperando no reservan mesa, pero te lo dicen antes de nada para que no haya sorpresas. Mi puntuación es de 5, porque no conozco un sitio para comer mejor en Madrid por el precio del menú.

He sido cliente de la renta durante mucho tiempo. La cocina es excelente y hasta ahora ha compensado un local demasiado pequeño, unas mesas muy juntas y un servicio al cliente mejorable (no se puede reservar mesa). Pero el otro día ni siquiera respetaron la mesa que me habían ofrecido mientras mi marido aparcaba el coche (obviamente no cuentan son servicio de aparcacoches)... Llegaron unas personas justo un segundo antes de que llegara mi marido y les dieron la mesa que me habían ofrecido.... Así las gasta esta gente, ni respeta su propia palabra. Para colmo, me trataron con mucha prepotencia y poco respeto. Así no, señores de la renta