Restaurante: La Taberna de Antioquia

Estuvimos un domingo. La única mesa, era un poco desolador. Por falta de publico, el cochinillo nos pareció recalentado. El precio nos pareció excesivo lo que explica la falta de comensales. Hay chef que todavía no se ha percatado que se debe ajustar precio. Calidad como lo han hecho muchos grandes restaurantes de Madrid.

Buen restaurante de trato amable con un chef muy encima de los detalles, adaptándose a las circunstancias complicadas cuando hay niños, tomamos un menú degustación empezando con aperitivos de nivel normal, continuando con entrantes de buen nivel y unas croquetas de gamba al ajillo espectaculares, continuando con un canalón de rabo de toro de alto nivel y terminamos con un espectacular helado de leche merengada con canela. En resumidas cuentas un sitio para recomendar a las leguas viperinas que dicen que en manzanares del real no se come bien.

Hemos tomado un menú exquisito por 30e, bueno en total han sido 93 euros con un buen vino, cafés y agua. Rico desde los aperitivos hasta los postres e incluso los cafés con 2 aperitivos también, cuidan hasta el último detalle, con el pan recién hecho a cada momento. Lo más rico para mi el langostino en tempura, el canelón de rabo de toro y la sopa tibia de aperitivo. Una delicia, bien servido, en un local justo de tamaño y decorado con mucho gusto y acorde con la cocina que hacen, felicitaciones al chef por su dedicación explicando los platos.

A los que nos gusta salir por la sierra de Madrid echábamos en falta un lugar como éste. En pleno centro del pueblo, al lado del castillo y parada de autobuses. La comida es un regalo porqué tiene una carta super sensata y brillante en algunos platos. Precios ajustados para la que está cayendo y mucha sensibilidad en la decoración y el servicio. Gracias al chef que está pendiente hasta del último detalle. Un brindis por la casa.

No era cena de empresa, fue comida de empresa. Llegamos 50 lobos de los cuales 11 eran lobeznos e imaginaos después de una ruta en la montaña. La comida sensacional: desde los aperitivos al postre, madre mía que rico todo. El tapeo de croquetas de gambas, langostino, etc buenísimo para abrir boca y el bacalao y el solomillo exquisito. A repetir, esta vez con la familia. Gracias. Ah: el servicio joven y comprometido, super simpático y profesional