Restaurante: La Tagliatella Reus

Por donde empiezo... Eramos 9, solo llegar nos trataron mal, de malas maneras, sin educación ni respeto. La mesa era de 9, correcto, dos mesas "normales" y una mesa en medio que era un trozo de madera sin base alguna, con solo poner una botella encima se movía la mesa. De los 9 sentados, solo podían salir 2, los otros 7 no podíamos movernos del sitio, y si el que estaba más lejos quería ir, por ejemplo, al baño (lo más normal del mundo) o a fumar, nos teníamos que levantar 6 personas para que una persona puediera salir de la zona patético. ¿qué pasaría en el caso de evacuación urgente? No sé hasta que punto sería denunciable. Respecto a la comida, la pasta era decente a un precio tirando a elevado, pero al pizza? Aaaah mejor no saberlo, no sabía que había pedido una pizza medio cruda y pasada por agua, daba asco. Para finalizar los chupitos, pedimos 3 sin alcohol (nos los trajeron con alcohol), 4 limoncello y 1 brandi, oh! Nos traen solo 7... Vamos a ver... 3 + 4 + 1 = 7? Igual esto último parece una tontería, pero que te metan en una mesa de 9, donde 7 personas no pueden salir (ya no solo por el tema del wc o de fumar, y si hay que evacuar? Que pasaría en este caso? ), que te traigan una pizza cruda pasada por agua.. Pues que te traigan un chupito de menos también es digno para mención. Resumiendo, si tenéis pensado ir, buscad otras alternativas.

Relato unas pequeñas medidas por si desafortunadamente visitáis este local de apariencia a primera vista, competente; Primero de todo, conocer que las pastas tanto tradicionales como los de relleno, son alimentos congelados envasados fabricados por la empresa pastificio de lleida que distribuye a todo el sector de hostelería dedicado a la comida italiana. Esto no es ningún inconveniente sino una información que el cliente debería saber, puesto que vamos a comer a una franquicia de comida "semi-rápida", si se nos deja utilizar el término. Debemos saber que eso incluye las salsas que acompañan las pastas, también envasadas. No se prepara con anterioridad nada. Lo que encontraremos fresco o preparado en casa serán ensaladas o las mismas pizzas (lógico, por algo te suelen enseñar el horno), además de algunos postres como el boconccino, el cheesecake o la panacotta. Las pastas las cuecen, se saltean con la salsa et voilà. - nunca, nunca, y reiteramos, nunca pedir consejo a los camaremos/encargados sobre recomendaciones de la carta en cuanto a pastas, carnes o postres. Os ofrecerán una sonrisa amable pero su política de ventas está basada en facturar sin importar el cómo; esto es que si os recomiendan x pasta con x salsa es porque en cocina hay una hoja colgada con los alimentos que les urgen cocinar puesto que llevan días en frigorífico y van a caducar o caducan ya. Esto no ocurre siempre obviamente, pero es la imperativa de la gestión del dueño y el local. - siguiendo el punto anterior, si pueden reaprovechar sin arriesgar, lo harán. Esto se deduce en que las botellas de vino tinto o blanco de mesas que no se las han acabado no se tirán o para consumo propio, sino que se guardan para servirlas como copas de vino que pedirá el próximo comensal que juegue a la ruleta rusa. Atentos, pero la única alternativa es arriesgarse a que la botella fuente sea virgen o pedir una en vez de copa. - los fines de semana en hora punta no pidáis que os inviten a chupitos. Se ha podido contemplar varias veces cómo se quedan sin vasos de chupitos y en vez de esperar a fregarlos y secarlos, disimuladamente cogen el de una mesa servida, les pasan un agua rápida sin frotar y lo sirven. ¡gran gestión! Conclusión; la zona es buena y evidentemente sigue siendo un lugar accesible por su comida, pero si hay la oportunidad a la duda recomendamos ir a piemontesa o trastevere, total, todas beben de pastificio. Si hablamos de ir a algún tagliatella, tenéis el del ocine de les gavarres, que parece que lo gestionan mejor.

Fuimos a comer el otro día en el restaurante y resultó que la pasta que "cocinan" viene congelada y las salsas prefabricadas, algo que deduje por el trozo de plástico que me encontré en el plato; y todo esto a relación precio-calidad que evidentemente no resulta justificado. Además nos dimos cuenta en reiteradas visitas a este restaurante que aprovechan las botellas de vino sin acabar de otras mesas para rellenar copas de vino para servirtelas.

La comida es buena, pero el servicio es pésimo,no vale la pena ir a cenar (o comer) porque los camareros te meten prisa para que te vayas pronto y poder atender nuevos clientes.
La metre es una maleducada y una malcarada.
Se nos prohibió el derecho de admisión por pedir la hoja de reclamaciones.