opiniones sobre el Restaurante La Vaqueria

Primero no entiendo como un sitio en el que no se puede ni ver ni respirar sigue abierto y las autoridades competentes tomen medidas para cerrar esa cuadra. Carne pésima y escasa. Si quieres comer patatas, aunque sean congeladas, es el sitio ideal. Debería de ser una patatería y no un sitio de carne. El personal es desagradable, ineficiente, poco profesional, lento, y mil calificativos más que van por esta linea.

Me gustaría expresar lo que ha sucedido con el encargado del bar (no restaurante) de la vaquería. Me ahorro calificativos, pero este "encargado" o "responsable" tuvo el malísimo gusto de encararse con mi hija de 8 años cuando fue a pedirle un platito adicional de frutos secos (de esos de 10 cm de diámetro) para acompañar las 8 bebidas que nos acababan de servir para otros tantos mayores sentados a una mesa. Este personaje tuvo doble mal gusto, por un lado negando ese plato a la niña y especialmente por los modales que exhibió en su respuesta a la niña y posteriormente a su padre, a mí, aduciendo que no era su obligación poner ese platito de frutos secos. Para colmo, se lo dice a alguien que se gastó más de 300 euros en comer allí y más de 100 euros en las bebidas de antes (aperitivos) y después de la comida (copas). Espero que esta persona tenga hijos (mejor aún hijas) y cuando pidan algo a alguien les traten muy bien, para que pueda darse cuenta del mal comportamiento que ha tenido con mi hija y la mala persona que es, aparte de mal responsable o encargado.

Esta bien en general pero si vais a ir con varios amigos escasean en la comida y ponen menos por ración. Además el personal no es excesivamente agradable ni atento. Te cobran los chupitos sin haberlos pedido, pero te los ofrecen ( 1,5€). Recomendable para ir sólo en pareja. La comida rica pero muy muy poco abundante. No es cierto el peso que ofrecen.

La carne buena aunque demasiadas patatas con todo para mi gusto. Se debería llamar "la patatería". El personal depende un poco del día.

La carne no es para tirar cohetes, mucho humo en el local y el servicio no es de lo más simpático que te puedas encontrar!!

Hoy hemos estado comiendo y vuelven a aceptar tarjetas de crédito. Voy con frecuencia y he notado mejoría en la cantidad y calidad de la comida respecto a este invierno pasado, aunque los postres si han bajado en cuanto a calidad, en mi opinión. De todas formas a nosotros nos encanta y somos clientes desde hace muchos años, es lo mejor de la sierra.

Nos gustaba mucho e íbamos muchisimo, con los niños, con la familia, pero desde que han dejado de aceptar tarjeta de crédito es un verdadero fracaso ya que es muy incómodo. En reuniones familiares grandes, juntando dinero... Y si alguien quiere invitar ya puede llevar un fajo de billetes a la antigua. Desde ese día ya casi no vamos.... Por lo demás nos gustaba. El trato normal, correcto. La comida buena, sencilla y las patatas fritas ideales. Cuando hacen turnos, el primero a las 2 y el segundo a las 3. 30 tampoco vamos.

La verdad, que he ido algunas veces y no son simpáticos precisamente y como bien dicen por aquí, sí es igual que una cadena de montaje, un macdonalds de carne a la parrilla con patatas (solo que a veces no sirven tan rápido) ahora desde septiembre ya no admiten ni si quiera pago con tarjetas. Como bien dicen por aquí, te doy lo que te doy o lo tomas o lo dejas. A mi ha dejado de gustarme, por el trato de "comedor social" que tienen a veces, van a volumen no van a calidad de servicio y eso no cuesta nada, atender un poco bien o perder un 2% para tener pago con tarjeta como todos los restaurantes.

Me encanta este sitio, calidad-precio un 10, buena carne, buen vino, patatas fritas deliciosas (sí, parece difícil pero también las patatas merecen una mención especial), la pechuga de pato me gusta mucho también ¿alguien ha probado la tarta de queso de postre? La mejor. Creo que hacen un buen trabajo.

Muy tranquilo y acogedor, en un ambiente fresco y agradable. La atención estupenda. Lo recomiendo a cualquiera que quiera pasar un noche diferente.

Dejé de ir hace tiempo porque un buen día, nos trajeron la carne para ponerla en las ascuas, dura y un tanto pasada. No he vuelto, quizás ahora con la crisis se esmeren un poco. ¡ah! Y de barato no tiene nada, por cierto. Carne, y patatas.

Relación calidad-precio espectacular. Tiene un menú sencillo de carne (ternera o pato) mas ensalada y patatas fritas (caseras caseras!!! ), más algún entrante. Las cantidades son abundantes y la calidad de la materia prima muy buena. Lo recomiendo sobre todo para grupos de amigos o familias.

Era cliente fiel de sábados por la noche, de quedar a cenar con distintos grupos de amigos, siempre entre 6 a 8 personas, hasta que el sábado 10 de noviembre, reservando la mesa tuvimos que esperar 30 minutos hasta podernos sentar, y después de pedir 4 veces que nos cambiaran la parrilla porque nos traían las ascuas sin calentar,conseguimos terminar de hacer la carne, la comida nos la trajeron como cualquier barracón militar, la limpieza brilló por su ausencia... . Lo mejor vino cuando pedimos entre los postres un café con hielo, el cual tuvimos que pedirlo 4 veces más, y expresando la molestia de tomarnos ya el café sin hielo...los camareros nos dijeron que se lo hubieramos pedido aún más veces y el chico que estaba en la barra de la entrada riéndose de nosotros cuando nos íbamos, nos dijo que si seguíamos buscando el hielo.
Lo sentimos, porque tendremos que cambiar de lugar de cenar los sábados por la noche nuestra panda, pero el malestar de la poca profesionalidad, falta de trato y sobre todo RESPETO ya han puesto el rechazo a nivel personal y la repercusión a un número considerable de personas que íbamos a cenar allí, al margen de la mala imagen que han generado con ello. Nos da mucha pena, que no cuiden los que hemos ayudado a fomentar lo que era un buen sitio para cenar.