Restaurante: Los Llanos

Relación calidad. Precio excepcional. Comida casera. Trato familiar y cercano. Nos encanto. Nunca comi unas croquetas tan ricas. El lechazo.... Volveremos isabel a

Ya nos habían hablado de este lugar y nos encantó, un pequeño mesón en el pueblo de los llanos, subiendo desde potes a la derecha. La comida es casera, toooodo está buenísimo (el cocido típico, las croquetas, el pescado fresquísimo, el plato de pimientos con queso de la zona, los postres). Y lo mejor, el precio y la amabilidad de los dueños, una simpática familia que además nos indicó algunas rutas que podíamos hacer por la zona, dibujándonos incluso un croquis. Si váis por allí, no lo dudéis, recomendable 100%

Estuve unos días en cantabria y el día 10 de septiembre de 2013 junto a mi mujer y mi hijo hugo de 2 años de edad viniende de fuente dé paramos a comoer en este establecimiento que me había recomendado, llegamos a las 12:45 y le pregunté si podíamos pasar al comedor para comer ya que mi hijo esta muerto de hambre, pues me dijó el señor mal educado que estaba tras la barra que no, que hasta la una no se podía entrar al comedor, mi hijo llorando pidiendo pan le pedía que por favor me diera una trozo de pan y me lo dio con una mala cara como si no se lo fuera a pagar, vaya personaje, luego le dije que me pusiera 2 copas de vino mientras esperábamos ese cuarto de hora, pues era la 13:15 y todavía el mal educado personaje no nos decía que pasáramos al comedor, así que le pagué la cuenta y me fui al restaurante "los molinos" a unos poco metros más abajo, que cambio, que recibimiento, que buena comida y que buen precio. Así que no pierdan el tiempo en ese establecimiento ya que sin probar la comida que seguramente es buena sólo por el trato recibido no merece la pena. Fue el único borde que encontré en mi estancia en cantabria.

Sencillamente, espectacular. Llevo viniendo 11 años y no han bajado la calidad en absoluto. Siempre hemos quedado encantados con el trato y la comida casera. El cocido es auténtico. No os arrepentireis.

Nos tuvieron 25 minutos esperando. Diciéndonos que nos ponían una mesa, de 8-10 mesas que tenían en el comedor solo tenían 3 ocupadas y en el bar 3 libres. Al final nos dice que tardaran 30 minutos más en darnos la mesa. Lo único divertido fue ver durante la espera, como los 2 camareros corrían como gallo sin cabeza por el establecimiento, sin hacer nada en concreto. Demostrando una falta de profesionalidad total. Por supuesto que nos fuimos. A otro restaurante donde nos atendieron auténticos profesionales