Restaurante: Lujo Ibérico

Me encanta este restaurante para reunirme con mis compañeros ,una vez al mes nos juntamos en lujo ibérico y disfrutamos de su extensa gama de producto con denominación de origen, ahora ademas el primer jueves de cada mes hay actuación flamenca, y después podemos tomarnos nuestras copas en su terraza al aire libre, un sitio genial para pasar una velada.

Cene genial, pedimos varios platos para picar y una botella de ribera del Duero, postres y café nos costó 53 euros, menos de 30 euros por persona con esta calidad, para lo bien que comimos creo que muy buen precio, volveré pronto el solomillo estaba buenísimo.

Un restaurante para no volver. Es triste pero esta es la impresión que me llevé de este restaurante el pasado sábado, coincidiendo con las fiestas de Sabadell. Reservando mesa previamente y llegando a la hora concertada, la mitad de platos que pedimos no llegaron a la mesa. La excusa fue que la cocina no daba abasto, pero la realidad es que el servicio es escaso y no está a la altura. Cansados de esperar, pedimos la cuenta y expusimos nuestra queja al encargado del local. Habíamos estado en este restaurante anteriormente y empezó bien, pero ha ido deteriorando el servicio y descuidando a los clientes, por lo que hoy por hoy no es un restaurante para recomendar.

La comida ha sido correcta y la atención del servicio es rápida y familiar. Os recomiendo el menú para 4 personas (nosotros eramos 4), te ponen un poco de todo y de buena calidad. Si queréis probar un buen vino también lo tienen (las casas buenas hay que pagarlas). En resumen buenos productos a un precio medio,

El miércoles pasado, tras una conferencia, fui con una amiga a cenar al lujo ibérico. Nos atendieron muy bien desde el principio. Primero vino una camarera a traernos un tentempié, y a llevarse algunos platos, y luego nos acabó atendiendo un chico muy simpático. A nivel de decoración, de local, estaba muy bien. Me gustó mucho el árbol, natural, que tienen en medio de la sala (la de abajo) que aún sigo preguntándome como sigue viviendo sin luz natural pero la verdad es que hace que el comedor sea más agradable y curioso a la vez. También me fijé que tenían muchas patas de jamón... ¡con lo que me gusta el jamón! Tuve algún problema en el baño por que son grifos que van con sensores y no sé si es que ahora soy transparente pero el agua no me salía cuando ya tenía las manos llenas de jabón. Fue divertido pelearme con el baño. Pero por lo visto solo me sucedió a mi por que a mi amiga le funcionó sin problemas. Y luego, los postres. Un pedazo pastel de queso que me comí... Casi vamos rodando al coche. En resumen: compartimos un plato de jamón, yo me tomé el foie fresco a la plancha y mi amiga algo de pescado (como no me gusta... No sé lo que era :)), el agua, una coca cola, un coulant y un pastel de queso, alrededor de los 50 €. Bien, volveré... Pero con chandal, ¡¡que me iba a estallar el pantalón!!