Restaurante: Majuga

Muy buenos arroces, el servicio muy bueno. La ventaja puedes pedir arroces individuales. El restaurante es bonito y limpio

Frecuento este restaurante prácticamente desde que abrió sus puertas. Entré de casualidad y con cierta reticencia -ya que en el mismo local existía otro con no muy buenas referencias, básicamente en lo referente a los precios-, y me encantó, por ello, lo recomiendo sin lugar a dudas. Su ubicación es ideal para dar un paseo, incluso puedes tomar el aperitivo en su terraza, antes o después del almuerzo o cena o de ir al teatro (cuyas, sit... ), o de asistir a una exposición (cicca, del caam... ), puesto que todos estos lugares están muy cerca. La decoración del local y su música están perfectamente cuidadas por unos profesionales con alto nivel de formación y con una comida de excelente calidad. No sabría qué platos recomendar porque todos me parecen exquisitos y diferentes -aún manteniendo la tradición en los mismos-, y combinados perfectamente con una extensa selección de vinos que van renovando. Recientemente se han incorporado nuevos platos a la carta, si decides ir, no dejes de pedir el sushi: te sorprenderás; pero tampoco te olvides de los platos fuertes como los arroces, la carne o los entrantes (el bocadito de foie, el pastel de cabracho o unos huevos con chistorras... ). Respecto a los postres, sí que recomiendo el arroz con leche y su helado de canela... Soy de las "repetidoras" y seguiré siéndolo.

He ido varias veces ya al restaurante majuga y el trato como siempre fue excelente y la comida mejor aún, pedimos: pastel de cabracho (riquísimo), mejillones a la marinera (impresionates.. ) y ya de segundos pues arroces, dado que este restaurante tiene un gran nivel en ello y todos los comensales quedaron encantados, ya que además aprovechamos la oferta que tiene entre semana para cenar por la que hay una carta de arroces a un precio más asequible, pero que no por ello pierden en calidad. Por todo ello, cada vez que lo visito me quedo con la sensación de un dinero bien empleado.

Realmente para mi marido y para mi este es "nuestro restaurante" es super romántico y especial, no solo por la comida sino en general el ambiente que lo envuelve que es, desde mi punto de vista, casi mágico, lo recomiendo con los ojitos cerrados porque es como vivir la experiencia del mejor de los restaurantes a un precio que podemos pagar, así que a por el!

Muy recomendable. Es un restaurante para pegarse un homenaje ya que la calidad va pareja al precio (30-40 euros), salvo si vas de menú. Es tranquilo y el servicio atento sin ser plasta. La carta de vinos muy recomendable y si te dejas aconsejar sales ganando. El parking es un problemilla en horas punta pero siempre quedan opciones de pago por los alrededores.