Restaurante: Mar de Ardora

Excelente el servicio la comida y el lugar realmente toda una sorpresa este restaurante ¡volveremos!

Lo primero fue la sorpresa por encontrar un restaurante tan acogedor y con unas vistas excelentes sobre la desembocadura del río Anllóns en una zona en la que la oferta en restauración era algo limitada y previsible. Hemos comido un par de veces y en ambas ocasiones hemos notado el cariño con el que se han cocinado unos excelentes ingredientes, todos de la zona, pero dándoles un toque muy diferente a lo que ofrecen otros bares y restaurantes del entorno. Nos ha gustado todo lo que hemos probado, el pastel de marisco, el bonito con sésamo (el único plato que no pudimos resistirnos a repetir, aunque queríamos ir probando otros), las zamburiñas y el solomillo de ternera entre otras cosas. También los postres, con el gin tonic que se come o la crema de yogur con helado de turrón. El espacio es muy agradable y está bien decorado e iluminado, sin estridencias, con diferentes ambientes, aunque las mejores vistas hacia el exterior las tienen las cuatro mesas de la terraza cubierta. El precio nos pareció adecuado a lo que ofrecen y en ambas ocasiones pagamos 35 euros por persona (dos primeros, dos segundos, agua, vino, 1 postre y 2 cafés). La segunda vez nos animamos a tomar algo en la terraza chill out al exterior, también muy agradable para tomar copas. Sin duda, un lugar para recomendar/volver si mantienen el nivel que hemos disfrutado nosotros.