Restaurante: Marisquería Casa Sánchez

Vistas las opiniones anteriores, no sé si lo mío fue un buen día o la cosa ha mejorado con los años, pero mi experiencia es totalmente contraria a lo anterior. Llegamos perdidos de la mano de dios y nos paramos ante el primer restaurante de "carretera" que nos encontramos, pero que en el interior resultó ser una agradable sorpresa. El ambiente del comedor es agradable, tranquilo y cómodo. El servicio inigualable y la comida estaba exquisita. Mi pareja se tomó un chuletón en condiciones, según sus propias palabras, yo solo probé un trocito porque le gusta poco hecho y obviamente no compartimos paladar. Yo por mi parte pedí un lenguado que además de ser enorme estaba riquísimo. Los postres bastante tradicionales, pero mi flan de café estaba correcto. Puede que al pedir la cuenta me sorprendiera un poco, pero la aboné con gustosamente después de haber disfrutado de una comida rica y abundante y un trato inmejorable.

La calidad precio no es buena. La decoración muy hortera y el lugar muy feo. Los nombres de los platos no se entienden nada.

Buenas mi experiencia en el restaurante casa sanchez, fue un poco traumática para el gusto y para la cartera, empezare pedimos de primero pedimos pescado (merluza) estaba insípida y aguada por la salsa, de segundo carne guisada con patatas y guarnición, cual fue nuestra sorpresa al ver parte de la carne pegada y quemada, con unas patatas que no eran del día, se notaba que estaban recalentadas, el vino fue lo mejor, claro esto no lo han tenido que hacer y los postres si que nos gustaron, no todo es regular, pero ahora viene lo mejor "el precio" comentar que se bebió una sola botella de vino rioja de 18 € y el resto agua, salimos por barba a 35 € y había 4 niños pequeños (ya sabéis lo que come un niño de 3 años. Nos quedamos con una cara que ni os comento, mucho mantel y mucha vajilla y nada más