Restaurante: Moja el Gallo

Menu de 15 € malísimo. Hasta el vino con gaseosa malo. La carne cruda. La devolvimos y olia a carne. No volveremos. Hemos venido por las criticas positivas y hemos comido fatal.

No se lo recomiendo a nadie. Fuimos a cenar en los carnavales de la bañeza, el servicio un poco lento pero lo entendimos porque había mucha gente. La comida no estaba mal aunque un poco caro para la cantidad pero el trato de las camareras fue excelente. El problema vino cuando nos cobraron unos chupitos, a los cuales nos dijeron que nos iban a invitar por la espera. Nos cobraron cada chupito a 2,30€ y cuando se lo dijimos a la encargada nos dijo que a los chupitos que nos invitaba eran los pequeños y no los grandes, lo que nadie nos especifico en un ningún momento. De hecho, la persona que nos tomó nota de los cafés y los chupitos fue la encargada, y su responsabilidad habría sido informarnos de que había 2 clases de chupitos y a cuál nos invitaba. Y no solo eso, cuando le dijimos que no nos había informado de eso se puso como una fiera, y empezó a hablarnos con un tono más alto de lo normal, unido con unos "golpecitos" que empezó a darme en el brazo, lo que estaba totalmente fuera de lugar, ya que, nosotros le pagamos el total de la cena, lo único que hicimos fue quejarnos por la falta de información. Así que, debido al trato recibido por parte de la persona responsable del local no volveremos a cenar allí y no se lo recomiendo a nadie, valoro mucho la educación y el trato a lo hora de pasar un rato agradable con los amigos, y lo que conseguimos en este restaurante fue salir con un mal sabor de boca, además de un buen sablazo al bolsillo.

Hemos ido a cenar unas cuantas veces, y ha sido todo estupendo. Como no hay zona de no fumadores, en alguna cena estabas muy próximo a "volcanes" de hábano pero el resto estuvo muy correcto. Para mi gusto sólo les falta el "toque" de perfección en el trato con la gente. De cualquier manera, muy aconsejable; el entorno impresionante.

Fuimos 8 personas a cenar la víspera de la carrera de motos de La Bañeza. Cenamos en una mesa alta (como cuando vas de tapas), unos en sillas, otros como si estuviéramos sobre el palo de un gallinero - con las piernas colgando-. A la hora de pagar nos cobraron un solomillo de más, y al ir a reclamárselo, no sólo nos cobró el mismo número de solomillos, sino que además nos incrementó en 1'50 cada uno (porque pesaban más, cosa de la cuál no se nos había informado cuando los pedimos). Nos atendió la "encargada", le dije lo que pensábamos, pero nos lo tenía que cobrar. Nos fuimos con dolor de piernas, con buen sabor de boca, porque la comida no estaba mala, pero cuando salimos supimos que no íbamos a entrar más. En el trato se equivocaron pensando que seríamos los moteros que iban a la concentración y que no volverían más que esa noche, pero lo cierto es que somos de la Bañeza y tenemos muy claro que cambiaremos de restaurante, y que la publicidad en este caso para que vayan los amigos, no será muy buena. Se lucieron.

El restaurante esta muy bien decorado solo con verlo merece la pena entrar el menú a buen precio muy bien preparado y en cantidad si sales con hambre es que eres algo más que un tragón buen servicio y si no conduces prueba el chupito de hierbas creo que es casero pero ya no lo aseguro