Restaurante: Mónaco

Llegar a una ciudad como medina y recibir un trato tan bueno como en este local invita a regresar pronto, nos guardaron nuestro equipaje, nos recomendaron que visitar y comimos excelentemente, volveré seguro.

Acerca del restaurante el único inconveniente que encuentro, es que tiene escaleras. El servicio de camareros, la comida y el precio, excelente. La cortesía y diligencia con la que atienden, me recordó un lugar de alto standing en el que estuvimos hace unos años. La comida bien presentada, sin tonterías, los platos son redondos, alejados de la moda estúpida de platos rectangulares o cuadrados. La cantidad abundante, estilo gallego. Además, por si fuera poco, también conocen la problemática de las personas con celiaquía y nos adaptaron un menú. Nos informaron que iban a incluir en una carta para personas con intolerancia al glúten.

Indignante el comportamiento de desprecio hacia los forasteros, si pides unas cervezas, para los del pueblo si hay tapa, para los forasteros ni una aceituna. Deben pensar que los de fuera somos lelos, así que al final de ver este comportamiento elegimos otro de al lado para comer durante unos días que vamos a estar en el pueblo. Que les den...! No tolero que me traten como a un imbécil.

Es un restaurante ideal para cenar en cualquier ocasión especial, un lugar tranquilo, la comida extraordinaria tanto en cantidad como en calidad con una carta generosa y el precio razonable.