opiniones sobre el Restaurante Naveira do Mar

Estupenda calidad, una pena que se confundieron porque una persona pidió su pescado bastante hecho, y lo confundieron con mi lenguado que perdió mucho al estar hecho de mas. Si se confunden de comensal deberían traerte un lenguado poco hecho que con tan buena materia prima, es pena pasarlo. Es un sitio al que se va a comer bien, no a ver una decoración sibarita, y todo es subjetivo, a mi me parece que la maravillosa fotografía de las islas cíes, es la mejor decoración posible. Han mejorado mucho con la obra que hicieron, se está como en familia.

Lo elegimos dejándonos llevar por nuestra intuición y sinceramente acertamos de pleno. Es íntimo, trankilo, el servicio muy amable y atento y porsupuesto la comida estaba buenísima y en cantidad en vez de tantos adornos para ocupar el plato. Muy recomendable si queréis sorprender a vuestra pareja sin pagar una barbaridad y comer en condiciones que cada vez es más difícil.

La merluza a la gallega es impresionante tanto en su calidad como en su preparación. El marisco: fresquísimo, perfecto, en su punto. Restaurante totalmente recomendable.

Muy, muy buen restaurante en general. Ciertamente el marketing y la decoración no es su fuerte, pero la comida es excelente (en especial su merluza, las navajas y el pulpo). La calidad de los productos es de lo mejorcito de Madrid, aunque es cierto que se paga (alrededor de los 60 -70 euros por persona). Por lo menos en este sitio cuando lo pagas por lo menos tienes la sensación de haber comido bien y no te sientes estafado. Lo peor es que está bastante oculto, que no tiene aparcacoches y que la decoración es floja. En resumen, cosas todas ellas accesorias cuando uno va a comer y no a figurar. Para volver.

Fuimos este verano y quedamos las 8 personas encantadas, no había probado un marisco igual, fresco, bien servido y bien presentado, los postres exquisitos y el trato fenomenal. No estoy para nada de acuerdo con lo que expuso el anterior anunciante, nosotros vamos a los mejores restaurantes y la reserva fue en el día y la fecha indicada y pudimos disfrutar de un ambiente familiar con todos nuestros amigos. Os doy la enhorabuena por hacernos disfrutar de tu restaurante y espero que abras pronto otro igual.

Con la reforma del pasado verano el local ha ganado en espacio y presencia. La nueva decoración interior es llamémosla "dudosa", se puede ir de vez en cuando, (la variedad de platos no es su fuerte) siempre que sepas donde vas, no esperes un restaurante al uso, no hay carta (si la hay pero no se usa), si tienes que controlar el precio no vayas, el genero de primera, el trato cordial, si te molesta el tabaco no vayas. Platos de sencilla elaboración. Precio relativamente razonable para marisco y pescado. Suele estar lleno. Ojo al aparcar. Quizás el hijo tenga oportunidad y voluntad en el futuro de abrir nuevos horizontes, más elaborados. 50 - 60 por persona

Hay que tener mucho cuidado cuando se reserva, pues son desordenados y te pueden dejar tirado, a tí y a todos tus amigos de paso. El padre, en especial, es muy bueno comprando el pescado pero un desastre organizando, coge las reservas sin confirmar el día, no escucha, no comprueba, no apunta teléfono para llamar si hay dudas o resulta necesario por otro motivo... Con lo que se suele confundir, pero nunca acepta su error, sino que siempre echa la culpa al cliente. Y le deja tirado a él y a su grupo cuando ya han llegado al restaurante, sin un asomo de reconocimiento de culpa ni de sentirlo lo más mínimo, lo cual resulta de los más insultante.

El caso es que me lo han recomendado por su marisco. Local pequeño, de aspecto lugubre, fachada sucia, interior horrible, muy familiar (demasiado..), servicio pésimo, mesas y comensales hacinados, aseos muy poco lustrosos. No dispone de zona de no fumadores, se mezcla el olor de la cocina con el del tabaco. En la mesa no se dispone de carta (no se pueden comprobar precios).

Sólo cocinan a la plancha o a la gallega (mal cocinado), y la verdad es que el género que trabajan es bueno (y se paga) pero no se le saca el partido que se le podía sacar, exceso de aceite en todo (excepto en plancha), no te cambian de cubiertos entre plato y plato y todo lo sirven en bandeja de aluminio. Por cierto, sillas llenas de manchas.

De un lugar que carece de cualquier tipo de "glamour" se espera un mejor género o servicio. Estamos hablando de unos 50 € o 60 € por comensal en una especia de tasca. No lo recomiendo y hablaré con quien me lo ha recomendado.

Sin palabras, trato excepcional de la familia. La comida exquisita, el marisco en su punto, lo mismo que el pescado y una exquisita empanada. Tiene un justo precio y unos se siente muy bien después de una comida en Naveira do Mar. Lo recomendaré.

Siempre lleno, efectivamente el local es pequeño, pero el genero es fresquisimo y no excesivamente caro. Además tienen un rodaballo silvestre que no es frecuente encontrar. A mí me parece un buen restaurante si sabes adonde vas y lo que se espera.