Restaurante: de L'ebre

Después de la gasolinera, justo en el indicador de límite de velocidad urbana, hay un amplio aparcamiento. Comparte instalaciones con la zona polideportiva del pueblo. Los comedores son amplios y decorado con gusto. La carta es amplia, variada y dispone de un menú asequible a transeúntes que frecuentan la comida "extra domus". La elaboración de los platos señala una cocinera excelente. El trato es muy familiar y pueden hacerse reservas con anticipación. Perfecto lugar para realizar un alto en el camino. Muy recomendado.

Ubicado a las afueras, al lado de la carretera, en zona de piscinas municipales. Lugar, a priori, ideal para hacer una parada en el viaje, descansar y comer. Sin embargo, al acabar la comida y pedir la cuenta te quedas con una sensación desagradable, de tomadura de pelo. Entras y te ofrecen de palabra el menú que tienen, de primero tenemos.... Y de segundo tenemos.... Cuatro o cinco platos en cada uno a elegir. No hay información de precios por ningún sitio. Nosotros comimos de primero, dos platos de canelones (pasables), un plato con longaniza asada (ración escasa), y medio pollo asado con patatas (estaba bueno), dos cocacolas, no tomamos postres y dos cafes. Al pedir la cuenta nos cobraron 57 €. 2 menús festivos 2 x 20 € = 40 € (era un sábado laboral), las dos cocacolas al parecer no entraban en dichos menús 5 €, los cafés tampoco entraban en el menú 3€. Suman 48 €, pero los precios no tenían en IVA incluido, con lo que suma un 18% salen 56,64€ que nos cobraron. Me pareció carísimo que para el tipo de comida, lo poco elaborado de los platos, el tipo de local que era, el estado de los aseos (creo que los construyeron antes de la guerra civil), etc. La cuenta no me pareció para nada transparente y me parece simplemente que si ven que eres un turista de paso te la clavan. Yo como habitualmente en restaurantes de todo tipo y considero que nos debían haber cobrado unos 35 €. No lo recomiendo y en mi paso por flix no volveré a parar en ningún restaurante.