Restaurante: Akelarre

La verdad es que antes de entrar en el restaurante nos sentíamos un poco asustados por tanta estrella, pero nada más pasar la puerta nos dimos cuenta de que íbamos a estar como en nuestra casa. Desde los recepcionistas la maitre el sumiller y todos los camareros que nos atendieron nos hicieron disfrutar de la estancia y mucho más de la comida, un gran equipo de profesionales que saben que hacer que el cliente se sienta agusto. Felicidades Pedro por el trabajo bien hecho, y por dejarme hacer una foto contigo. La tengo colgada en, mi restaurante. Hasta pronto

Realmente preciosa la vista, sin embargo no lo recomiendo!!!! Nos metieron a un cuarto sin ni media vista,( cuarto oscuro, apretado y sin ninguna ventana, encima hacia calor ) diciendo que era un privado, donde nosotros entendíamos que íbamos a tener un espacio magnifico, pues no fue así, teniendo mesas libres, y habiendo pasado la hora de la reserva, la señora de la entrada no hizo nada por que estuviéramos contentos, eramos 10 personas, por lo que perdieron mucho ese día!!!!! No se los recomiendo para nada, al final nos fuimos sin comer, nada simpático, solo un mozo mayor fue cordial con nosotros. Ademas era carísimo el restaurante como para comer sin gusto y mal recibidos.

He cenado en Akelarre. La cena muy buena, pero no hace falta pagar en San Sebastián los 200 eur por comensal que pagamos por lo que nos sirvieron, si bien es lógico que cueste más que los otros restaurantes con menos estrellas Michelin y un chef menos conocidos. Un poco de pena las obras a la entrada, si bien el interior sigue bonito. El servicio, flojo para lo que se paga y se espera. Es una pena que en un tres estrellas michelin, te cruce el camarero el brazo por delante o te sirvan el vino por donde quieran. El servicio en donosti deja bastante que desear en cualquier sitio, nunca está a la altura, una persona hoy trabaja en un bar de la parte vieja y mañana en akelarre, y aunque preparen a quien atiende, éstos no se dan cuenta de la seriedad de su cometido. Se nota cuando te sirven los que hacen practicas de escuelas de hostelería, entonces la cosa cambia y da gusto. El sitio es digno de ser visitado, aunque, a mi juicio, arzak le supera. Conocido arzak, hay que venir a este y a m. Berasategui.

Tenía enormes deseos de probar la cocina de este tan renombrado restaurante. Al finalizar la cena, la impresión de todos los que acudimos era, aun en silencio, la misma : una absoluta decepción.

Decepción en el servicio, poco profesional y poco atento a las necesidades de la mesa.

Decepción en la mayoría de los platos, pero sobre todo en algo tan básico como un atún que, aun habiendo advertido a la señorita que nos tomó la nota de que lo queríamos muy poco hecho, se nos presentó seco. Este punto se lo comentamos al Sr. Subijana, en su paseo por las mesas y tan solo dijo : debería haber estado más crudo (sic)

Decepción en el hecho de que en un restaurante de esta categoría no acompañen el café con nada dulce. En ninguno de los restaurantes de esta misma categoría que hemos visitado, no ha faltado nunca ese pequeño pero importante detalle.

En definitiva, no volveré y no lo recomendaré a nadie que espere de un tres estrellas lo que esperaba yo.

Ha sido una experiencia única. Es la primera vez que he estado en
un restaurante de estas características. Fue una cena regalo de
aniversario a mi marido. Quería impresionarle y que disfrutase y de verdad que lo conseguí.

Todo fue exquisito. Empezando por el entorno, continuando con el trato del personal y terminando con los menús degustacion que pedimos. Que fueron realmente excepcionales.

Me alegro de haber hecho el esfuerzo de pagar el precio de esta
espectacular cena. San Sebastian me encantó, pero jamás olvidaremos lo que disfrutamos en Akelarre.