Restaurante: Calima

Increíble sorpresa en mojacar. Estuvimos tres días en mojacar y acudimos tanto para comer como para cenar. Tanto la comida como el trato es especial. Recomiendo el couscous, tajines, pastelas tanto la de carne como la de marisco sorprendente. Por la tarde/noche es un sitio idóneo para ir con la pareja y tomar un mojito buenísimo.

Bien ubicado en una plaza soleada del pueblo, se sube en el recién estrenado ascensor. Trato excelente por parte de sus propietarios dámaso y Pablo que disponen de un buen servicio de mesa. En un ambiente cosmopolita, preponderadamente británico, calima es un lugar diferente que reúne calidad gastronómica en sus fantásticos couscous, tajines, pastelas, ensalada siria, berenjenas a la marroquí, formidable pescado fresco de la lonja del puerto de garrucha, para cerrar con la inolvidable sopa de chocolate blanco. Dispone de una selección de vinos españoles escogidos y variedad de cocktails y cervezas excelentes. El pan casero es rico y abundante. Es un local a conocer, como dice la guía michelin cuando un fogón merece la pena: il merite le detour.