Restaurante: Casa Sidora

Estuve una Semana Santa y la verdad que es un hostal/ restaurante muy sencillo de pueblo un poco anticuado, con un ambiente familiar. Me gusto la comida ya que comi varias veces es tipo casera muy buena y los postres excelentes. Volveria a ir

Estuvimos en el puente de todos los santos con la familia. Nos costó un poco encontrarlo, quizás podrían señalizarlo algo mejor. Vinimos recomendados por buscorestaurantes y por la oficina de turismo de ainsa. No nos importa hacer kilómetros para comer bien en nuestras vacaciones. Al llegar al local nos quedamos dudando, porque parecía un bar más que un restaurante el cual está detrás de una puerta en la plaza como si fuese una casa, sin poner ningún cartel bien visible. Era pronto, y pudimos acomodarnos junto a las ventanas, con vistas estupendas. El comedor más que rústico es antiguo, viejuno, como si estuviéses en casa de la abuela, pero bueno, no dejas de estar en un pueblo y tal. Fuimos casi exclusivamente a comer las chiretas que nos habían comentado que las hacían muy buenas y cual fue nuestra sorpresa que al preguntar a la camarera nos comenta que no tenían, que era por encargo. Nos fastidió, la verdad, en otros sitios no hay que encargar y menos un puente que se supone que habrá gente. El ternasco muy bueno, de justicia es decirlo, riquísimo. El resto de platos, como las alcachofas, pues bueno, bien, pero no fuimos hasta laspuña a comer ensalada de queso o alcachofas, nos esperábamos una gastronomía más de la zona. El postre muy bueno el flan casero. Lo peor fue el servicio. Una de las camareras que nos atendió no tenía ni idea de nada, todo lo tenía que preguntar o consultar, posiblemente estaba ese finde ayudando en la sala. Simpática, si, pero no sabía ningún plato ni recomendar ni explicar nada. El problema vino cuando antes de servir el postre nos viene la encargada y nos comenta con una sonrisa que si nos importa salir a la terracita a tomar el café, que se está muy bien, que necesitan la mesa. Nos quedamos atónitos de la falta de respeto y educación, como si no pagásemos igual que el resto para estar en la sala el tiempo que dura el servicio. Máxime cuando no habíamos terminado los postres y aún había mesas vacías e incluso en la cristalera. Absolutamente inaceptable. Como venganza por no aceptar el trato, nos cogieron la visa y se estuvo paseando con ella sin cobrarnos 18 minutos, contados de reloj hasta que ya enfadado me tuve que dirigir a ella para exigir que me cobrara. Señores, ya cuesta ir a comer a los sitios como para encontrarse a gente así que lo único que consigue es espantar a la clientela. Conclusión: instalaciones viejunas, comida bien, falta de previsión, falta de atención y falta de respeto por el cliente. Relación calidad - precio es buena, comimos los cuatro por menos de 45€ (sin cafés, porque nos fuimos sin tomarlo a otro sitio por culpa de la absurdez de la encargada). Hay mejores restaurantes seguro en la zona, yo no vuelvo.